Se había acostumbrado a vivir allí, pero sus raíces le recordaban siempre a su nido en el hormiguero de nacimiento. En él había iniciado su formación y tenía su familia. Soñaba desde larva con llegar a la política y poder ejercer en su hormiguero. Por eso aquel día no dudó en presentarse para un puesto de director de formación en la cadena de recolección que ofrecía la empresa donde trabajaba en su antiguo hormiguero. Parecía hecho a medida, diseñado para ella,… sus contactos hicieron el resto.
Una eternidad había transcurrido fuera de su hormiguero, lo suficiente para sentirse extranjero en su tierra y que la nostalgia no dejase ver la hiriente realidad. El trabajo no era suficiente y los envíos de hojas al exterior diezmaban las posibilidades del hormiguero. Los políticos no innovaban y las dos fuerzas principales ya no se diferenciaban salvo en los rostros de un puñado de dirigentes.
H-239791 era ya una hormiga madura, formada y conocedora de otros sistemas, quería solventar el problema, pero no sabía cómo empezar, quizá necesitaba más información sobre la economía y sociedad del hormiguero, por ello no dudo en aprovechar su cargo directivo para acercarse a la élite social.
Pronto se rodeó de grandes contables, directivos y políticos, observando como utilizaban las leyes para enriquecerse, la connivencia para lucrarse aún más, la experiencia para chantajear a los subordinados y el poder para buscar el respeto que de otra manera nunca habrían ganado…
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