Habían pasado unos días y el grupo ya se había
reunido, nuestra hormiga estaba decidida a tomar las riendas de una nueva
opción política, utilizando a los medios de comunicación y la financiación
privada. Pero para triunfar precisaba romper el bipartidismo, ¿era una buena
opción? O, simplemente precisaba ocupar el lugar del más débil de los dos. La
estrategia entonces debería ser diferente. Muchos le aconsejaron que escogiera
la segunda.
H-239791, analizó el panorama político del
hormiguero soportado en un sistema bipartidista encubierto. Sólo los dos
primeros partidos tenían opción de gobierno, se habían conformado un buen número
de afiliados (bases) para ambos casos y una visión diferenciadora anudada en un
trasnochado sentir social y religioso cada vez más sútil en su ansiada búsqueda
del centro, que desde la perspectiva económica era ya inexistente.
De esta manera, ya casi convencida de su plan,
apareció y se le adelantó en la arena política H-871319, pareciera haber urdido su hoja de ruta, esta
hormiga jóven, formada y de clase media, estaba convencida de que era necesario hundir al más débil de ambos partidos
y lograr su posición. El método elegido era el populismo, poner cara a lo que
la hormiga de a pie decía cada día en la calle. La forma era la crítica incontestable
desde el radicalismo y el antisistema. Los medios de comunicación elegidos a
priori: las nuevas tecnologías, y el objetivo convencer rápidamente a los más jóvenes
denostados por el desempleo.
H-239791, vio que había estado a punto de caer
en esa miseria política, el juego del poder en el que con una mano se dice
estar y ser como el más pobre y con la otra se recoge el dinero utilizando
fundaciones tapadera, la fama y el prestigio que da palabrear sobre las
miserias de los demás, no importando prometer una renta mínima de hojas para
todo el hormiguero sin prever como alcanzar el árbol al grito de es posible… y sin
indicar ni conocer la estrategia.
¡Qué ciega he estado! Se decía.
Entonces reunió a su equipo para plantear una
nueva forma de hacer política…
Frase de una hormiga célebre (Mariano Grondona): "El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica".
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