viernes, 22 de mayo de 2015

¿A quién voto? El fin de las mayorías absolutas.


Nuestros políticos están acostumbrados a hacer política de campaña, verse en la calle por unos días y luego trabajar a 'su manera' de acuerdo a unos resultados. Obviamente, esta ha sido la tradición buscando el interés del partido frente al interés público, con alguna excepción. Véase, por ejemplo, la negociación mantenida por Monago en Extremadura para lograr gobierno en pos del interés extremeño, me merece todos los respetos.


En política, como en todo en la vida, o quizá con mayor motivo, es necesario intercambiar ideas y moderar el poder. La mejor fórmula es el poder compartido, o el control dentro del control. Estamos a dos días de conseguir esa nueva situación. No os dejéis engañar, no se trata de inestabilidad, si esta surge será por la incompetencia o enfrentamiento de los que hemos elegido. Ahí está la cuestión.

Hace unos días en un chat uno de los componentes del grupo pasaba una imagen que pretendía convertirse en 'trend topic' o 'viral', como dicen ahora, promocionando el voto a un partido X, poco después saltaba como un resorte otro de los integrantes del grupo rechazando ese tipo de mensajes y declarando que era ofensivo. Observé con estupor que en este país aún hoy no es fácil hablar de política, si enviamos imágenes ofensivas contra jugadores de fútbol, el vecino, sexuales o de otra índole, no pasa nada, el emoticono de la risa esta asegurado, pero si tocamos la política.... Bien, a la mañana siguiente, el ofendido abandonó el grupo. Este es el problema.

Tenemos la oportunidad de buscar la negociación política, creo que debemos aprovecharlo dando el voto con ese fin. Amigo Pascual, me seguiré mojando aconsejándoos simplemente para ante la duda buscar la negociación.

Si se trata de elecciones municipales, pues observar a los candidatos, analizar su gestión en los últimos años y pensar en las opciones que se os brindan, huir de oportunistas que se acogen a unas siglas de moda, tampoco miréis a los que bajo su asiento de poder tratan de perpetuarse sin realizar buena gestión y en esa vía optar por el más débil a priori.

Si son elecciones regionales, haced lo propio, analizar el trabajo hecho en estos cuatro años, buscad la negociación y votad. No olvidéis las nuevas fuerzas que pueden llevarnos al multipartidismo.

Entre dichas fuerzas huid de los extremos cambiantes, que los hay, olvidarlos y mirar las personas.

Los grandes nombres no se presentan a estas elecciones, no son candidatos, no están en las papeletas Rajoy, Sánchez, Rivera, Iglesias, Garzón.o Díaz, entre otros, ellos no gestionaran vuestra Comunidad o Ayuntamiento.

Fijaos en las personas y ante el desconocimiento o la duda yo aplicaría dos normas, primero evitar mayorías absolutas y segundo evitar partidos extremos no abiertos al necesario diálogo. Sólo son reflexiones que ojala y os ayuden.

Yo ya he votado (sí, por correo) y confío en que sean las elecciones que permitan borrar a muchos candidatos incompetentes para lo más necesario, sentarse en una mesa frente a otros que piensan diferente a ellos y tratar de llegar a soluciones por el bien común.

viernes, 15 de mayo de 2015

Una semana de Campaña...


Tras una semana de campaña, no veo mucho más que marketing y poca política.


En el anterior artículo planteaba el hecho de que negociar será hacer política en el futuro próximo, y que los elegidos han de aprender. Desgraciadamente, les falta experiencia a todos, seguimos en paños menores frente a otros sistemas cercanos. En este ámbito son necesarios los partidos sin prejuicios al pacto, matizando, en todo caso, que sea dentro de una atmósfera de no corrupción y legalidad, pero esa es la vía y la aptitud hacia el consenso y no el enfrentamiento infranqueable en el que se posicionan como opciones extremas. En esto consiste la democracia, en acordar acciones para el bien común y no conseguir una mayoría para beneficiar a unos pocos.

Si en una balanza hubiera de poner las promesas de esta semana, irremediablemente se inclina hacia el lado de la inconsistencia, el populismo, y en algunos casos roza el esperpento.
Disparatado resulta comprobar los cambios de programa de algunos partidos en un intento falaz de acercarse al centro, sin cifras en lo económico, anunciando una vez más subidas de impuestos generalistas básicamente en contra de la clase media, hinchando el gasto público pero olvidando promesas de rentas básicas, sin contar con algunas joyas que dejan sus dirigentes al defender la paridad en sus listas, instando a que el problema de no lograrla es 'consentir el voto para elegir a los candidatos', Pero la batalla por el esperpento alcanza sus máximos en ideas de juventud excluyentes para nuestros políticos, con fechas de nacimiento para ejercer el cargo público. 

Por otra parte, tenemos a los amantes de la foto en la que programan excursiones o bailes para mostrarse iguales a la mayoría, intentando recuperar por unas horas la cercanía a los demás, en este caso si que simpatizo más con algunos candidatos que están a pie de calle, escuchando los problemas reales, y que no recurren a dichas tácticas de última hora. 

He de reconocer que en esta última semana si se han propiciado algunas medidas que resultan necesarias como los proyectos para recuperar capital humano que emigró con la crisis, apoyo a trabajadores autónomos en fiscalidad, o cambios en la ley electoral que se deberán alcanzar necesariamente en unos meses. Pero para seguir encontrando acciones que valgan la pena, lean antes de votar, infórmense y no se dejen impresionar.