A estas alturas de la cuestión, creo que lo que necesita este país son nuevas elecciones.
Son cerca de cuatro meses de movimientos de las cuatro fuerzas más votadas.
La legislación vigente y los caprichos de la aritmética hacen que los resultados no permitan alegrías de antaño de derechas o izquierdas. La hormiga hace unos meses ya lo plasmaba en el blog, era preciso un pacto en el que sería difícil contar con quien propugnaba un rancio discurso populista y daba cancha a independentistas.
En este tiempo, hemos visto diferentes estrategias, todas ellas en una huida hacia adelante pensando en nuevas elecciones y nunca en un nuevo gobierno. Ahí reside mi principal crítica, ninguno de los dos candidatos a la Presidencia ha apostado por un plan de gobierno para el país, ninguno.
El uno, se limitó a contar apoyos, quizá más pragmático, al no salirle las cuentas jugó a tú la llevas, para esperar agotamientos de unos y otros en el verano,... destapándose, mientras tanto, nuevas corruptelas. El otro, buscado la confrontación directa con su adversario natural, y llegando al pacto con los más centrados aún sabiendo que no era viable, intentando atraer después a los más exaltados en un llamado bloque transversal contra el presidente en funciones, todo ello sin olvidar su estrategia de alternativa de gobierno 'singobierno' al gobierno en funciones. Y es que así no hay manera.
Me parece de todas luces ingenuo tratar de armar el puzzle en dos semanas por unos, o en una por el otro, cuando no hay voluntad ni programa consensuado en al menos nueve semanas y media, como en la película.
Así, sean los españoles los que tengan la oportunidad de juzgar este espectáculo. Ah, una última cosa, cuando volvamos a tener gobierno precisamos cambios inmediatos en la ley electoral, que eviten negociaciones a quien no sabe o no quiere pactar,... o no tengamos tantos prejuicios contra el bipartidismo.
¡Qué saquen las urnas ya! No me gustaría una solución 'in extremis' a la catalana.
No estoy tan de acuerdo como otras veces, querido Victor. ¡Claro que ha habido movimientos! Lo que pasa es que no eran los esperados por el público. Mariano, presidente del gobierno en funciones y del PP en defunciones, se ha alineado con Iglesias, ¡SÍ! con Iglesias, para alcanzar unas nuevas elecciones en las que polarizar el voto y acabar con el centro derecha e izquierda que encarnan PSOE y Ciudadanos. Éstos dos, Iglesias y Mariano, quieren una combate final entre ellos, el primero porque piensa que así ganará él porque la gente está cansada de Mariano, y el segundo porque piensa que entre el caos (Podemos) y la nada (él) lo elegirán a él. Lo peor de todo, es que puede que la idea de volver a las dos Españas, las de las derechas y las izquierdas ferozmente enfrentadas, tenga éxito y que con ello se liquide todo lo avanzado con la transición. De Pablo podíamos esperarnos ésto, pero de Mariano, ese hombre de Estado tan serio y responsable no, o sí, ya que solo piensa en él y siempre lo ha demostrado (recordemos que en el debate con Snchz no se ofendió con los insultos a su partido, solo cuando éstos se dirigieron a su persona). Ante todo GRACIAS PABLO Y GRACIAS MARIANO.
ResponderEliminarBueno, estimado lector, es una opinión y la respeto, pero no la comparto. Uno se encuentra cómodo en un debate todos contra él y el soporte de haber ganado las elecciones, por lo que espera. El otro no sabe que hacer para intentar atraer o su opción más próxima para luego fagocitarla. Para mi la solución es negociar y pactar, si no quieren así, pues cada uno piensa en las elecciones siguientes. Incluyamos en nuestro sistema electoral la segunda vuelta, y entonces si se producirán los alineamientos hacia las dos opciones más votadas. Un abrazo.
ResponderEliminarPD: te animo a identificarte, saludos
Hola, estoy totalmente de acuerdo con lo que afirmas sobre Iglesias, pero discrepo profundamente de tú opinión sobre Mariano. Rajoy es un señor que constantemente habla de querer llegar al GRAN PACTO, pero nada más lejos de la realidad. Tras las elecciones, se tiró 1 mes hablando de su derecho a ir a la investidura, para en el último momento decirle al Rey dos veces que no. Luego dijo que pactaría con Sanchez y cuando lo vio no le dio ni la mano. Posteriormente dijo que tras el fracaso del socialista en la investidura pactaría con éste y Rivera, y durante un mes no les llamó. Para ahora, decir que, tras fracasar la negociación de Sanchez con Podemos lo hará. Pero, me temo, que tampoco lo hará y nos llevará a las nuevas elecciones. Éste es Mariano Rajoy Brey. Pero los otros tampoco son mucho mejores.
ResponderEliminarUn saludo