¡Hola a todos mis lectores!:
Estamos a las puertas de una nueva campaña electoral, donde otra vez, cada uno de los contendientes en la arena política ha desarrollado diferentes estrategias, a veces rallando la desconsideración hacia los electores, pensando en su ingenuidad. Sin embargo, he de confirmar que no una sino dos veces tendremos oportunidad de enfrentar una difícil situación sobre la creación de gobierno, y seguro que, como ya os adelanté, las cuentas no serán iguales.
Revisando la actividad de estos días de las cuatro candidaturas he de reconocer que los actores han cambiado su discurso tratando de ofrecer novedad, algunos no lo han conseguido. La primera diferencia real, es el escenario de desarrollo de las elecciones en una fecha inmersa en las vacaciones estivales, unida al cansancio y falta de novedad, en un país como el nuestro, hace pensar en una gran abstención. Por ello, y conociéndose que usualmente afecta más al votante de izquierda había que innovar para movilizar al electorado.
De esta manera, es Iglesias quien decide enfrentarse a las elecciones como si de una "segunda vuelta" se tratase, fagocitando a Izquierda Unida y proclamando el viejo "sorpasso" de Anguita, es decir, el adelantamiento al PSOE, para erigirse como fuerza del cambio y de izquierdas, reclamando la posición de la socialdemocracia. En España, en el sistema electoral, no cabe la segunda vuelta, pero Iglesias ha enfrentado este tiempo estratégicamente como si existiera, autodenominándose alternativa a la derecha. A todo esto Sánchez se encuentra perdido, pues cuenta con dos frentes y juega a lo que ellos quieren, sin una clara intención y menos novedad, y lo que es peor, luchando por tratar de ser segundo, ni tan siquiera le acepta ahora el PP su propuesta de un debate a dos. Rivera, esta vez, falto de ideas, reduce su discurso al intento de bascular a Rajoy y demostrar la cercanía de ideas entre Podemos y el Chavismo. Finalmente, el Presidente en funciones, trae a la arena nuevas caras, y defiende su posición contra todos no dudando en promesas inciertas de bajadas de impuestos, cuando todos hemos descontado ya que el 21% de IVA después del verano será un sueño.
Todos saben que esta vez incluso los amenazantes retoques del Photoshop, así como el programa tienen una insignificante importancia, por lo que algunos que nunca tuvieron uno posible, han pasado a primera línea en esta campaña mediática.
Insisto en que penséis en el día después, valoréis el gobierno que ejecuta cada uno de ellos, y contéis dónde es posible el cambio de diputados, porque esto es lo que ellos ya han analizado, aunque con diferentes estrategias... bueno, veamos el interés del tan deseado debate a cuatro, enfrentando la audiencia con el encuentro de la Selección en la Eurocopa, después volveré con vosotros con un minucioso análisis.
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ResponderEliminarQuizá porque la hora no acompañaba y la oferta de cadenas era mayor, la audiencia fue superior para el debate a 4, pero tan solo 1,6 millones, todo un éxito de la Roja (10,5 millones frente a los 8,9 millones en el partido. Fuente: El País).
ResponderEliminarRespecto a mi valoración haré una frase para todos y otra para cada ponente:
El Debate a 4 mostró la campaña e ideas de los candidatos: pocas.
Rajoy: Centrado en el bipartidismo, con promesas apuntaladas en el trabajo realizado, sólo ante el peligro.
Sánchez: Perdido entre dos frentes sólo parece reaccionar ante la corrupción y en el cara a cara con Rajoy, quizá con pacto previo, para enfrentarse a Iglesias recurre a Rivera, dos hombres y un destino.
Iglesias: Bipartidismo ahora presentado desde la moderación, su objetivo "el sorpasso" aún a costa de la ruptura del país. No soy el adversario.
Rivera: Intrépido, sobresaliente y mordaz sobre sus oponentes del populismo y el inmovilismo, lleno de propuestas, cuidando no herir al socialismo, un viaje al centro.