He dejado pasar tiempo, he leído lo escrito y me asusto de lo previsibles que son nuestros políticos.
Desde el mismo día de las pasadas elecciones comentaba mi impresión sobre la no cabida en nuestro calendario, más allá de que fuese en Navidad, de unas terceras consultas. Pero de este resultado, como quizá no podría ser de otra manera, el más perjudicado ha resultado el PSOE, recordemos que fue el más perjudicado en los resultados y votos el 26J.
El intento de investidura de Rajoy este agosto, dejaba una situación difícil de entender, que un gobierno con 170 apoyos (PP+C's+CC) no pudiera conformarse, de hecho había precedentes, como el reciente de Zapatero de 2008, en que con 169 apoyos gobernaba gracias a la abstención de IU y la mayor parte del nacionalismo, que después se cobrarían en continuas prebendas.
Este ha sido el conflicto clave en la nueva arena política, las líneas rojas y la confusión entre abstención y voto afirmativo que reside en nuestra historia democrática. De ahí que el socialismo se cerrase en un continuo NO que ha hecho saltar por los aires a la dirección, tras unos resultados desastrosos una vez más en Galicia y País Vasco, donde ya ni tan siquiera son útiles (algebraicamente) para renovar el bipartito.
Son muchas las cegueras de Sánchez obsesionado por la militancia, cuando la base electoral se contrae consulta a consulta, y las presiones desde federaciones preocupadas por sus aliados en la extrema izquierda junto a las que muestran un grave problema sobre el papel del Estado y las regiones. Es necesaria una reflexión, la refundación del partido socialista tras la derrota con Suárez en 1979, abogaba claramente por la social democracia como su ámbito, renunciando al marxismo, a la república y a un federalismo desintegrador o rupturista. Por tanto, si no es este el modelo del socialismo, si las nuevos aires piden cambios, ahora debe existir un Comité Federal para una nueva refundación del socialismo en España.
Pero no olviden que la izquierda más extrema, desde el sentido de Estado y la guarda/compromiso institucional de Carrillo, ha evolucionado a un populismo que ampara el marximo, la descomposición del Estado con la autodeterminación y la ruptura institucional de la monarquía. En este ámbito se circunscriben persecuciones hacia símbolos o celebraciones vistas tristemente en los últimos días, si bien, también deambulan dos corrientes de intensidad diferentes dentro de Podemos.
Ante este escenario, con dos corrientes socialistas, sin candidato, y dos corrientes en Podemos, junto al cabreo del electorado, unas terceras elecciones conducirían a un claro aumento de los apoyos al bloque de la última investidura.
Piensen en ello los políticos y aprendan a diferenciar la abstención del voto afirmativo, buscando el pacto y la negociación, es lo normal en muchos países de nuestro entorno.
Gobiernen negociando y buscando el interés común de una gran mayoría, quizá es ese y no otro el sentimiento de nuestras leyes y sistema político.
Para otra ocasión dejo mi opinión sobre independentistas.
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