Encontré un fantástico amanecer |
Quería respirar, abrazar a los míos, desconectar con amigos, haciendo esas cosas tan importantes para las que no necesitas un móvil, WIFI o una computadora, sólo un buen libro, la familia con sus novedades, una buena compañía para conversar, envidar a grande, reír mirando un seis doble, paladear un buen vino, rematando todo ello con un entorno en el que no tengamos más necesidad que sentir un amanecer, buscar historias en aguas agitadas o mirar el silencio.
Casi lo consigo.
Pero el día que conmemorábamos nuestro nuevo bagaje constitucional, algunos se empeñaban en querer romper con todo lo realizado, otros volvían a violentar nuestros símbolos, y es que hay muchas formas de violencia, los más pedían reflexión y análisis, y uno que seguía fugado tras su golpe hacia nuestras instituciones. La noche dejaba una buena serie en la primera sobre Torcuato Fernández Miranda, quizá algo sobrevalorado desde mi perspectiva, pero sin duda reconociendo a un gran estadista, busquen algunos de los políticos el significado de ese apelativo, que ni conocen.
Pero lo peor acontecía en la mañana, en que acostumbro a escuchar noticias matinales, Trump trasladaría la embajada de USA desde Tel Aviv a Jerusalén reconociéndola como capital hebrea, ya lo había anunciado en su campaña electoral, como lo del cambio climático o el muro de México. Su empeño ya es creíble y el cambio de balanzas internacionales en el que se ha inmerso es muy peligroso, ese pequeño país y su desacuerdo con Palestina es el principal problema no resuelto de la Segunda Guerra Mundial que al tiempo ha originado más conflictos armados a escala mundial. Siempre surgen así, casi desde la nada, la historia parece elegirlos para hacer lo que nadie espera que hagan. En apenas un año ha desestabilizado gran parte del estado internacional de las cosas, 'statu quo', es hora de tomarle en serio, este no es un visionario separatista que juega a 'estos nos roban' y a 'aquellos no nos quieren aunque saben que somos mejores', es el hombre con más poder en el trono del mundo, empiezo a creer que si le dejan continuar hará pagar el muro a los mexicanos.
Y siguió la semana con el inicio de la campaña oficial catalana, como si no tuviésemos mejores cosas que hacer. La nueva dialéctica entre el separatismo y soberanismo ocupa todas las 'políticas' que se ofrecen, las dichosas encuestas aprietan los resultados y consiguen el efecto contrario para el que podían servir. Malos tiempos para la cosa pública, olvidando la gestión, el progreso de la ciudadanía, la dimensión social del empleo, los problemas de educación, sanidad, seguridad y bienestar, la persecución de corruptelas, ya no se habla de nada de esto, pero lo peor es que parece no interesar ya a nadie.
Pero saben algo, mi hija mayor ha aprendido a jugar al mus, y en ocasiones lo hizo mejor que sus maestros. Siento vértigo y algo de miedo por el mundo que le espera, será que nos estamos volviendo asociales.
Ahora voy a seguir preparando la Navidad, poniendo luces, o bueno quizá compraré todavía algún décimo de lotería a medias, seguiré conectado con mis vecinos, alumnos, amigos, familia,... intentando colaborar en sus vidas.
Sobre ellos, y sobre él, muchos de nuestros políticos que no nos dejan avanzar en lo realmente importante, alguna frase de ese libro con más de 400 años, que siempre llevo conmigo: "Cada uno es como dios le hizo, y aún peor muchas veces" (Miguel de Cervantes).
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