lunes, 22 de enero de 2018

Acosado por Puigdemont y la banda del lazo amarillo

Cuando escribía el post de esta semana de la hormiga, pensé en el día de la marmota catalana, sin embargo es peor, el acoso es total y la parálisis con la consecuente hemorragia imparable.

La socialdemocracia resuelve una vez más el desgobierno alemán con una gran coalición para que Merkel y los conservadores retomen la política en un par de meses y Europa se ponga en marcha tras estos cuatro meses de parón. 

¡Qué sana envidia!, en nuestro hormiguero todo está colapsado, o esa es la impresión. Un 2016 para olvidar, en el que los cuatro jinetes llevaron a consumar una segunda consulta casi apocalíptica, parecía el final de una impotencia política, pero entonces volvió a la escena Puigdemont, con aquello de ser más que Mas apuró hasta llevar el independentismo a la unilateralidad. Y se marchó, y a su barco le llamó "libertad para Cataluña", adoptando un victimismo de persecución política en Bruselas ante la que se mostraba como político exiliado. Como periodista, fundador del 'Catalonia Today' que subsistía gracias a continuas subvenciones inyectadas desde la Generalitat, aprendía a controlar los medios y las Nuevas Tecnologías, haciendo su mejor campaña en otoño, y como sabemos con ERC y la CUP si fuese preciso, tenía  de nuevo su investidura a pesar de su derrota con Arrimadas. 

¿Y mientras qué? Pues que la Navidad ayudó con los buenos deseos a que pasara el tiempo, pero tras otros tres meses, estamos aún peor que al principio, pues todos los políticos parecen haber olvidado qué hacer. Con unos presupuestos por aprobar a golpe de cupo vasco, y con algo de "riveritis" (dícese de la inflamación sufrida por o a causa de Rivera), el Sr. Rajoy está paralizado, congelando las pensiones y sin saber cómo actuar respecto al futuro, eso sí aclamando de nuevo al 155, pues los del lazo amarillo quieren investir ahora un holograma desde Bruselas, será así que la innovación de realidad virtual en FITUR sobre turismo quedará obsoleta. González juega con la retórica e invita a que invistan a un elefante, pues no lo impide el reglamento, y Sánchez se le ocurre tratar de volver a lo cotidiano pidiendo un rescate de las pensiones por la banca, menudo disparate, pero quién planificará los discursos del nuevo socialismo.

En cuanto a la hormiga de a pie, no sabe a dónde mirar ya, se siente acosada por el independentismo, los más audaces ríen con el nombramiento del nuevo presidente de Tabarnia, otros escuchan que Iglesias pide un debate del Estado de la Nación cuando ya ha sido fijado, y la corrupción sigue campeando, pero PP y PSOE tumban la propuesta de C`s sobre los nombramientos del CGPJ, no obstante a Rivera se le ve sonreír, es el único de los cuatro que saca rédito electoral de la situación, quizá por su rotundidad o precisión política, más allá de las promesas de un denostado Iglesias, parece que la derecha se divide y el centro engancha, pero ¿qué pasa con España? ¿Qué hay de los problemas cotidianos? ¿Se resuelven solos? 

Fijémonos en el nuevo viaje a Dinamarca de los lazos amarillos, ¿será extraditado e investido desde la cárcel? Desde luego Torrent está por la labor de un nuevo circo. Todos andamos cansados, apenas un 40% del lazo amarillo quiere seguir adelante según una encuesta de El País, hasta ellos están agotados, pongamos manos a la obra o será el cuento de la cigarra y la hormiga, salvo que esta vez todo un hormiguero anda demasiado tiempo acosado por unos lazos amarillos.

¿Y en Castilla La Mancha qué hacemos? ¿Aquí no hay marmota?, con una sequía importante vemos al Tajo pasar pidiendo un nuevo Estatuto, y ahora el PGOU de Villar de Cañas ha sido anulado por el TSJ de CLM. 

Por favor trabajen, y dejen de acosarme o me inventaré la pajarita marrón con listas verdes… Ya se la he puesto a mi muñeco (ya os cuento otro día), con ironía y humor, siempre es mejor.


    

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