lunes, 12 de febrero de 2018

El cuarteto político a encuesta




En tiempos de la marmota, nos invaden las encuestas y barómetros, situando el mercado electoral en la parrilla de salida a poco más de un año para las elecciones municipales-autonómicas, y sin resolver el exilio de Carlos.

Que una encuesta de este tipo es temporal y depende del momento en que se realiza lo saben todos, pero podemos extraer algunas conclusiones interesantes para primavera: son cuatro los que están en la arena, el centro derecha se impone por el momento más por los desaciertos de sus oponentes que por sus méritos, en los bloques Rivera y Sánchez rentabilizan posiciones, finalmente, el proceso catalán se estanca y ello acentúa las tendencias.

Pero el humor nunca debe faltar, Chaplin decía que la risa apacigua el dolor. ¿A quién votaría en las próximas elecciones de los que se quedaron en el país? Habría que proponer esta redacción para Cataluña. El caso es que nos dicen ahora que no corren los tiempos, nos hemos congelado, y podemos permanecer en este vacío legal durante meses en el 155, mientras la inocua representatividad del PP en esta región sólo hace que la tendencia de C’s se mantenga, por otra parte, la ambigüedad de Podemos provoca similares reacciones desde la otra parte. Aprovechen desde Tabarnia el vacío para realizar un referéndum sobre el 144, o poner nombre a alguna plaza con ese nuevo invento, por ejemplo de las que van a llamar 1 de Octubre, que se llamaron de la Constitución y antes fueron nacionales.

Decían que no somos sensibles a la corrupción, pero lo cierto es que la descomposición del bipartidismo es la mejor expresión de que esto no es así, y que para reducirla la única vía es la renovación del partido en la que unos no quieren entrar, como Rajoy, que prevé presentarse de nuevo, frente a los otros que no saben cómo hacerlo después del conflicto entre ‘barones’ y ‘sanchistas’, ni ellos mismos, por lo que carecen de un plan real alternativo al del gobierno. Faltan aún juicios por resolver y testigos por hablar que mantienen dichas tendencias. Por cierto, en el barómetro del CIS la corrupción es el segundo problema más relevante junto a nuestra clase política. Por otra parte, tan evidentes son las cuestiones como que los presupuestos serán complejos en su aprobación este ejercicio e imposibles en el próximo, como que esta legislatura pueda agotarse.

Por último, el disparate Iglesias ha quedado a la luz como oportunismo populista embarrancado en sus propias propuestas tanto nacionalistas como españolistas y ‘maduristas’, el coctel unido al monoteísmo practicado hace que el proyecto siga perdiendo fuelle y pretendan un cambio renovador de las reglas electorales con C’s.

Como asesor de imagen no tendrían precio algunos cambios para los cuatro, con una sonrisa diría a Rajoy que se afeitara y cambiase la montura de sus gafas, quizá podría entonces hablar de renovación, a Sánchez le iría bien aclararse el pelo con algunas canas y usar algunas lentes para cuando lee sus discursos en la vía de visualizar un programa alternativo serio, para Rivera sólo un nuevo peinado a la izquierda para seguir drenando votos, en cuanto a Iglesias, mejor cortar media coleta y soltársela, quizá unido a dejar sólo el bigote por su afán de protagonismo, finalmente, alguno en Bruselas debería raparse para cruzar la frontera.

Y es que según el barómetro del CIS sólo el 4% de los españoles son claramente infelices, nos preocupa el fraude y cada vez más las pensiones, estamos envejeciendo y ya estamos de vuelta de muchas batallas, siendo la mofa la mejor salida para los ridículos que permite nuestra vida pública. Sean pues felices, llega la primavera.



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