Es el momento para hacer política.

Una de las noches con más ilusión que recuerdo, los números jugaron a que era necesario el diálogo. La pregunta de mi madre esta mañana era reveladora, dime, ¿quién ha ganado? que en la tele no dicen quién ha ganado. La respuesta es obvia, Rajoy con 123 diputados, por cierto y en el Senado cuenta con mayoría absoluta, pero a continuación hay que decir que no puede gobernar sin dialogar de acuerdo a la legislación vigente.

Anoche me acosté pensando que posiblemente la razón se imponía, aunque no del todo convencido, al escuchar a dirigentes socialistas decir que permitirían la formación de gobierno a Rajoy, y Rivera apostillaba su tesis de geometría variable absteniéndose en una virtual investidura junto a Sánchez permitiendo un gobierno débil, que buscase el consenso para cada tema a tratar, un buen panorama político, al menos como yo lo entiendo. Podría sentar de una vez por todas, un pacto de educación, empleo, sanidad y constitución constructivo. 

Pero tuve alguna inquietud al observar como Iglesias arengaba a los suyos con una nota escrita buscando reabrir heridas de bloques soportadas en la guerra civil con una bandera al menos inconstitucional hondeando en primer plano y alardeando de entender mejor que nadie la pluri-nacionalidad, quizá por depender más de un tercio de sus apoyos de las mareas nacionalistas. Y con la caída del IBEX esta mañana después de escuchar que Sánchez ahora proponía votar en contra.

Es cierto amigo Jose, no creo que esta sociedad esté preparada para entender pactos de PSOE-PP, Aunque sigo pensando que debemos empezar por aprender a negociar, fijar posiciones es una cosa y crear bloques infranqueables es otra. La sociedad ha votado para que los partidos negocien y pacten, no crean que tienen la verdad absoluta sobre algo y que eso desde su posición minoritaria ha de imponerse.

Es inquietante la nueva arena política y muy interesante, y desde luego nadie crea que debemos cambiar las reglas antes que consensuar con las que tenemos el cambio. Ojalá y nuestros políticos estén a la altura.