Fuerte de Cork, Irlanda. Conversando. |
En cierta manera agosto y
diciembre se parecen, dos treguas sociales en el calendario, para “ser buenos”,
o… dejar pasar el tiempo. Por su parte, agosto siempre fue más dado al
postureo, a posados, y camisas blancas de lino con el colorido de trajes de
baño, algunos estampados de lazos amarillos, otros empeñados en hacer recordar
quienes fueron los buenos y los malos antaño, con grandes debates de altura con
el tema de si la hora de verano es mejor que la de invierno, y muchos llenando
el depósito con más impuestos, como siempre por vacaciones, para ver si
recuperamos el país, pero todo con el sosiego y aderezo de los refrescos del
estío.
Es ciertamente ahora cuando
comenzamos el curso político y si me apuran la legislatura, teniendo en el
horizonte más próximo la diada catalana que será de nuevo utilizada para la
división y escaparate de independentistas, a medio plazo, los presupuestos imposibles
pactados entre PSOE y Podemos, sin muchas garantías de progresar, más allá de
la búsqueda de diferencias de cara al reto de junio con elecciones, por el
momento, municipales y europeas.
Preparen las mochilas y carteras
nuestros políticos y decidan qué hacer, con la región de Cataluña, permitiendo
a cambio de unos votos para los presupuestos un combate social en las calles
para avanzar en la autodeterminación, con los impuestos directos (IRPF) e
indirectos, subiendo los mismos para cuadrar las cuentas pero olvidando el
efecto indirecto que puede provocar, por ejemplo, eliminando la desgravación de
los planes de pensiones en futuras políticas de pensiones, con las condiciones
laborales y sociales que han desembocado en un ERE en Vestas en León para una
de las empresas referentes del sector energético de las renovables, o con
nuestra gran industria emergente del turismo que comienza a flojear cayendo
cerca de un 5% en julio (un 7% en Cataluña) agotando el mercado balear con
continuos incrementos.
El verano fue relativamente
calmado entre viajes, hospitales y másteres, el verano permitió rearmes en lo
absurdo con debates sobre lazos y cruces amarillas, sobre si debe exhumarse un
cadáver que Aznar y aún Rajoy deberían haber finiquitado en sus gobiernos
buscando la concordia que reclama ahora Casado, el verano puso la guinda
debatiendo hasta sobre el posible cambio del huso horario.
Tanto calor hizo mirar de nuevo a
otro lado cuando hablamos de inmigración con decenas de niños ahogados en
nuestro Mediterráneo este verano, abusos de poder de gobernantes como en
Venezuela o Nicaragua que asfixian y torturan a su sociedad, proteccionismo
“trumpiano” en Sur-América y Europa que eleva muros a bienes, servicios y
personas, más próximo nos queda el sinsentido de una sociedad que padece la
caída de su equipo de fútbol en octavos como un duelo nacional y olvida a sus
jugadoras en la final contra Japón.
Pero todo esto se acaba como dice
la canción, el final del verano llegó, del postureo, del bañador y el refresco,
de elucubrar con posibles fechas, ha llegado la hora, y la legislatura del PSOE
ganada en su moción de censura debe comenzar, veamos hasta cuándo y cómo, la
hormiga se ha renovado y anuncia una vía más crítica en lo social y siempre en
lo político.
Me despido con una triste
noticia, la pérdida del Museo Nacional de Brasil bajo las llamas consumiendo
joyas extraordinarias y el fósil más antiguo conservado de aquellos lares, el
de aquella mujer: “Luzia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario