He de aceptar que me encuentro viviendo la sociedad de los ‘millennials’, o mejor la de la serie de mi niñez ‘Espacio 1999’, dónde seguro que se han visto truncadas algunas de mis expectativas tecnológicas de ‘regreso al futuro’, pero al tiempo desgraciadamente no fueron detectados los claros guiños a una sociedad desigual, magistralmente narrados en estas producciones. Vivimos en una sociedad mediatizada al minuto, dónde ser político se ha convertido en conseguir el gran titular, sin trabajar para los demás, obviando el mágico ‘interés general’.
Esta semana toca alzar la voz contra los techos de cristal, la brecha salarial, la violencia de género, el lenguaje inclusivo. Algo no debió funcionar del todo bien mientras escuchábamos las acústicas de ‘Dire Straits’, con una educación reformada en la que no nos separaban por razón de género, un trato igualitario que eliminaba en alguna de sus reformas la asignatura de “Hogar”, e incluso asistiendo a clases conjuntas de gimnasia. Por qué digo esto, pues miren, tenemos cinco candidatos a Presidente, y no es necesario lenguaje inclusivo, son cinco hombres que cuidan al máximo su imagen y que cuentan con destacadas féminas en sus filas, pero sin poder, para cambiar esto, es decir quién es el candidatO. En lo social seguimos con un patriarcado institucional que hace lo propio en todas las grandes empresas de nuestro país, con alguna pequeñísima excepción, en la calle y en casa son ellos los más protegidos por la máscara social, los menos necesitados cuando se agrede, se bebe,… los más relajados en el sofá con su mando a distancia, los que manejan el ocio con el deporte del balón, los que no tienen necesidad de renunciar a nada, ni a ser padres, por el progreso personal.
Escucharás esta semana, manifestaciones sobre feminismo exaltado e incluso liberal, pero lo cierto es que es necesaria más igualdad, cualquiera lo ve, por lo que reto a esta sociedad a que siga esa senda, frenando a aquellos que quieren hacernos creer que ya todo esto pasó, que está hecho, o incluso nos amenacen con imágenes imposibles en un autobús.
Lo otro es más campaña electoral en la que el programa se diluye para reclamar la diferencia con el adversario en una arena política a cinco, pero con dos grandes bloques en la que el nacionalismo de nuevo está convidado a romperlos. Sobre este circo mediático, ya vale todo, del decreto ley, al insulto, y la blasfemia, desde el juego con las cifras de Tezanos a la intolerancia de Casado sobre lo social, todo vale, miren si no a su derecha y vean las respuestas de Abascal a la sociedad y al mundo en su programa electoral. Podemos y Ciudadanos quizá son los más tocados en estos días, el primero por falta de exposición y el segundo por indecisión. Preocupante si uno limpia los datos de Tezanos con el fregasuelos andaluz, estaríamos ante un quíntuple empate en el que socialistas quedan un poco por encima de la media y Ciudadanos y Podemos por debajo, se llama extrapolación, prometo una estimación con datos claros, más cerca del 28 de abril.
Acabo ya recordando el bajo de ‘Santana’, ya no escucho sus acordes, la memoria me lleva a la lucha por una sociedad más igual, sostenible y centrada en ayudar a integrar a los desfavorecidos, pero a cambio tenemos techos de cristal, muros, vallas, corrupción mediatizada, abusos de poder desde TODAS las instituciones, una Europa que se desmorona y una España sumida en banderas y muertos, triste sordera que no deja escuchar las guitarras de los 80, las que consiguieron derribar tantos muros.
Frase célebre de Pink Floyd: “No necesitamos que controlen nuestros pensamientos…. Solo eres otro ladrillo en el muro”.
Artículo de opinión dedicado a mi maestro: Leopoldo Sánchez-Beato, siempre escribo más de lo que se lee.
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