viernes, 18 de marzo de 2022

LA SOCIEDAD TRAS LA PANDEMIA ¿HA CAMBIADO?

Portada y revista completa: click y encuentra el artículo. Os dejo mi último artículo publicado, en la Revista Besana nueva época, 7. Marzo de 2022, mis conclusiones sobre el efecto de la pandemia en la sociedad.

Resumen:

Reflexiones sobre el análisis de datos llevado a cabo desde marzo de 2020 sobre las variables principales de la enfermedad producida por el coronavirus, que nos llevan a identificar los comportamientos que causan diferentes resultados en la sociedad de los balcones hasta la actual, más individualista, en dónde el individuo sustituye socialización por conectividad.

Gracias al equipo de edición de la Revista, gracias Casa Castilla La Mancha por dejar expresar mi opinión más sociológica de la realidad.



viernes, 28 de enero de 2022

La guerra a las puertas de Europa anula a Ómicron




No busquemos más indicadores sobre la dureza o no de ómicron. No busquemos casos de gripe, han desaparecido, miremos los datos de hospitalización, UCIS, en bajada y los de fallecimientos estancados con leve caída, pero sobre todo veamos las tensiones geopolíticas que han vuelto a primera línea a cuenta de un enfrentamiento enconado por más de siete años en Ucrania, donde se miran cara a cara los dos viejos enemigos que reeditan una nueva guerra fría.

Pero entre líneas siempre la economía y el poder de "los hormigueros", las materias primas, en este caso, la vuelta al gas y gaseoductos controlados por Rusia, el petróleo que sigue encareciéndose y el frío que siempre asola las escenas bélicas rusas. Si llega la primavera antes del ataque ruso no se producirá el enfrentamiento, la diplomacia aún tiene algo más de un par de semanas para ser efectiva.

El eje franco-germano históricamente es vital, y hoy incluso vence al lado francés por dos razones: el gas ruso que provoca una mayor dependencia germana y, la salida de Merkel, que acerca el entendimiento a Macron. Sánchez nada o poco tiene que decir, pues España está fuera del juego de poder en Europa al menos desde el siglo XIX y en la OTAN es aún un miembro que lucha por sus plenos derechos, por ejemplo, contar con el apoyo ante un eventual ataque a sus territorios en África. Pero el seguidismo necesario hacia sus aliados nos compromete en el problema del comercio internacional y la inflación. Si Rusia y USA renuncian a sus pretensiones ucranianas tendremos un 2022 que superará el crecimiento del 5% del pasado año. 

Volviendo a Ómicron, nos situamos ya en una semana larga de meseta en bajada, dónde ninguna de las medidas de contención relacionadas con aforos, mascarillas, son ya eficientes al contar con contagiosidad sobre el 5% real en catorce días que llevará el Covid a más de 15 millones de españoles en poco más de dos meses, incluyendo a los asintomáticos, que tienen la enfermedad pero no lo saben. 

Adelantando los números de la endemia, será en dos semanas que veamos el fin de Ómicron en clara bajada, y en unos pocos días más, antes de acabar febrero que renunciemos a la mascarilla en exteriores. No podemos parar más la vida cuando tenemos vacunas que protegen, ahora un tratamiento médico en domicilio, Paxlovid, y un virus que ya no es tan letal como otros con los que convivimos, y seguro hasta casi 10 veces menos que lo era la primera variante de Wuhan. 

La historia y los datos nos dejan una sociedad pos-pandemia que vuelve a buscar el balance geopolítico en donde China sigue siendo el nivelador, pero ahora con mayor protagonismo. Europa se apaga de nuevo sin una clara unidad y el mundo sale de una pandemia de la mano de la ciencia, pero dividida por las farmacéuticas. Es hora de pues de mirar atrás y tratar de no repetir errores, aunque en esto somos especialistas. Respecto al coronavirus es ya la nueva gripe de nuestro tiempo, ahora veremos como se anulan todas las medidas específicas, desde la mascarilla hasta las bajas automáticas para contemplarla como una enfermedad infectocontagiosa más. Siendo positivos debemos reconocer que si que ha sido un triunfo desde la ciencia y la unidad, aunque finalmente las grandes compañías médicas han vuelto a generar fronteras, también en el fin de esta enfermedad, volviendo a la divergencia económica. 

Cuidaos, sed felices y miremos a 2022 como el año de la gran recuperación con el permiso de rusos, americanos y chinos.


miércoles, 19 de enero de 2022

Endemia: "gripalizando la pandemia"



Cuestión de moda, nuevo concepto en los medios, desde el gobierno se nos dice que es hora de pensar en "gripalizar" la pandemia, desde la OMS, sin embargo, parece aún algo precipitada la postura. Pero, ¿sabemos cuál es su significado?

Realmente se trata de abandonar diversas actuaciones en el tratamiento de la enfermedad Covid19 que se circunscriben fundamentalmente a la contención del contagio soportado en la alta letalidad de dicha enfermedad. Podríamos recordar aquí los protocolos de alto nivel en los que debías notificar los contactos cercanos de un positivo y confinarse así como testarse inmediatamente los mismos, éstos fueron una realidad hasta que algo cambió, y lo hizo en España a partir de abril de 2020 de forma clara, en lo que se conocía en los medios como "cuarta ola" y apenas era un repunte, comparándolo con cifras homogéneas de anteriores olas. En ese sistema de tratamiento de los datos una variable ganaba protagonismo en favor de otra. La cifra de contagios empezaba a dejar de ser significativa, el número de vacunados con pauta completa se imponía como llave del sistema. El cambio era impresionante, resultando índices de letalidad cada vez más reducidos.

Así lo advertía este verano en mi canal y blog, dando por cerrada una pandemia y pidiendo acercarnos a lo que sería una endemia más, nueva, pero al fin y al cabo como gripes de otro tiempo, frente a las que casi un 80%, superado ahora, contaba con la pauta completa de vacunación.

La historia ha cambiado, o mejor dicho la estructura de la pandemia ha cambiado. el nivel de contagio ya no es determinante, entre el 1,5% y el 1% de los mismos precisan hospitalización y de ellos el 80% tendrán un tiempo de ingreso inferior a la semana. En cuanto a la letalidad está por debajo del 2 por mil de los contagios. Sin duda la cepa es diferente, pero la respuesta también pues más del 80% de la población está bien inmunizada, prueba clave de ello es que a pesar de tratarse de un coronavirus contagia a 3 de cada cuatro españoles menores de 50 años.

¿Qué pasará ahora? En plena ola de contagios, alcanzamos ayer un paradigma de meseta o pico, cuando las altas hospitalarias fueron superiores a los ingresos. Todo hace pensar que a partir del fin de semana se iniciará una caída clara que nos llevará a un febrero casi normal y el resto del año nos hará olvidar con la primavera un virus que volverá a finales de octubre pero cada vez con menos letalidad, esto es lo que ha pasado, ola tras ola, desde su inicio en marzo de 2020. 

¿Y la virulencia mediática? Irá cayendo, obviándose la continuidad de los datos oficiales, que se ofrecerán semanalmente y no por cómputo sino por estimación con centros de seguimiento muestral. Europa ya lo ha hecho realidad y el Ministerio sólo ofrece datos internacionales cada jueves.

¿Se parece a la gripe en comportamiento? Pues ya es bastante similar, en 2019 se estimaron en 6000 las muertes por gripe, y en 2022 aún estaremos en torno a dos y tres veces esa cifra por Covid19, pero muy lejos de las más de 100.000 por cáncer o de las cercanas a 80.000 de 2020 por esta pandemia.

¿Tendremos recuperación económica? Sí, sin duda, pues el mercado turístico español estará al 100% ya en Semana Santa. Sin embargo será más lenta por dos cuestiones: la alta inflación derivada de retardos en el comercio internacional y materias primas, y la caída de producción por bajas laborales, que en unas semanas se eliminarán con los confinamientos de positivos, es decir que si no precisas ingreso hospitalario por baja sintomatología no tendrás baja médica por Covid19. 

Esto son únicamente respuestas de un analista de datos que lleva observando la pandemia desde hace 22 meses, desde sus inicios, tomarlas desde esta perspectiva. Abrazos y... ¡cuidaos mucho!

  

 

martes, 16 de noviembre de 2021

¿Será Yolanda Díaz un fenómeno pasajero o no?

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España. Wikimedia Commons / AntonMST29, CC BY-SA

 

Víctor Raúl López Ruiz, Universidad de Castilla-La Mancha

Es la política de moda tras una sugerencia pública por parte de Pablo Iglesias de hacerla líder de su partido. Ahora, Yolanda Díaz lidera la negociación dentro del diálogo social entre sindicatos y patronal para revertir la reforma laboral que decretó el Gobierno del PP con mayoría absoluta.

Han pasado menos de dos años y una crisis sanitaria desde que se gestase la subida del salario mínimo interprofesional. Fue entonces cuando comenzó la andadura de un ministerio de relevancia competencial y social en el Gobierno, el de Trabajo y Economía Social, del que desde entonces es titular Yolanda Díaz.

La transformación de la ministra en su imagen, que no en su perfil ideológico, es fruto del trabajo de un equipo de asesores de su máxima confianza, también gallegos, expertos en politología y comunicación, con el objetivo final de conseguir, como mínimo, una candidatura fuerte hacia La Moncloa.

Yolanda Díaz es abogada laboralista y cuenta con casi dos décadas de intensa actividad pública en la política de izquierdas con retazos nacionalistas. Se trata de un perfil intensamente progresista.

En politología cada vez es más importante la imagen y el mensaje que nos ofrece un político. La personificación política a través de esa imagen requiere de humanidad o empatía por el servicio público desempeñado, conocimientos generales, así como en su ámbito competencial, personalidad propia que la haga diferente y capacidad comunicativa. De esta forma, y esto lo saben bien sus asesores, Díaz no solo debe ser, sino que el ciudadano debe percibir lo que proyecta, que además ha de coincidir con lo que es.

En el último barómetro del CIS, Díaz, en continua progresión, se hacía con la mejor valoración posible entre sus competidores. En este reto, el perfil moderado, atípico para una ideología de izquierdas, ha sido determinante.

La imagen percibida de Díaz es, pues, mezcla de características desarrolladas en estos quince años de continua actividad en el marco de Esquerda Unida Galega, como militante del Partido Comunista. En la empatía y humanidad destacan sus dotes conciliadoras. La ventaja de su feminidad, incluso su maternidad, como subrayaría su propio padre, el líder sindicalista gallego Suso Díaz, completan la fórmula.

Nadie duda de la preparación de la ministra en su ámbito competencial, el laboral, tanto académica, profesional, como ideológica en la lucha por los derechos de los trabajadores. En cuanto a la personalidad propia, es donde ha incidido principalmente el cambio desde que asumiera las competencias laborales. Ha ejecutado su liderazgo desde la prudencia, con una oratoria conciliadora, moderada, pero al tiempo de alta argumentación, buscando la restitución de derechos a los más desfavorecidos, pero sin criticar en exceso a la patronal, ni prescindir de ella. Es decir, inmersa en el dialogo social.

Díaz consigue reflejar su política en sus gestos, incluso en su forma de vestir o peinarse. En este sentido, conviene visualizar también la comunicación personal 2.0 en redes de Yolanda Díaz, a través de su cuenta de Twitter, donde aparecen claros ejemplos sobre todos los criterios analizados. En la selección de mensajes de texto y multimedia de su cuenta merece la pena el libro recomendado hace unos días sobre sociedad, soledad y empatía con los que peor lo están pasando.

Una cartera relevante, una reforma pendiente

El Ministerio de Trabajo tradicionalmente ha ejercido un notable poder competencial, ocupando sus ministros la primera línea en política. Actualmente ocupa la vicepresidencia Segunda del Gobierno.

La reforma laboral es ahora el objetivo que se presenta como derogación de la anterior legislación, pero cuyo contenido no será más aniquilatorio que salvar los “errores del PP” (palabras de Díaz en el Senado) fijados desde el Gobierno por cuatro soportes: reducción de temporalidad, revisión de la subcontratación y refuerzo de los convenios colectivos en cuanto a jerarquía negociadora y prórrogas en su aplicación.

Los fondos europeos seguirán fluyendo si se cumplen las recomendaciones dictadas desde Bruselas, donde la excesiva temporalidad, la flexibilización del mercado, junto al elevado paro juvenil son las máximas preocupaciones. El escenario dictado desde la UE debe, además, contemplar un diálogo social real donde los empresarios tengan poder negociador y apoyen la reforma. Por el momento, algunas concesiones a la patronal son que la indemnización por despido no se va a tocar y los ERTE continuarán con una mayor vinculación a la formación.

El nuevo escenario económico previsto, con altas tasas de inflación y crecimiento contenido, tampoco ayuda mucho. Esta cuestión está siendo ya descontada por la patronal. La pérdida de poder adquisitivo podría hacer volver al conflicto laboral, vía convenios colectivos sectoriales infraactualizados en lo referente a las subidas salariales pactadas.

Por otra parte, el crecimiento en la estructura económica española, dependiente del turismo, volverá a aumentar la demanda de contratos estacionales, con barreras imposibles de cumplir para los empresarios, como el 15 % de temporalidad encima de la mesa, que es un límite desde el que subir.

Ante dicho reto, la ministra de Podemos debe fijar su acción moderada, conciliadora y solventar antes de final de año una reforma, nunca una derogación. Ya lo hizo con el salario mínimo y lo repitió con su actualización.

Es el momento de atraer a los empresarios hacia la reforma, pues ya ha conseguido unir en el empeño al gabinete y hablar en nombre del Gobierno. Sin duda, se trata de una tarea en la que podrá mostrarse, si la solventa con éxito, candidata a la presidencia en las próximas generales.

La política cambia en el corto plazo demasiado rápido. Por el momento, su actual imagen es solo una ventaja en la arena política, que puede verse truncada de nuevo por la realidad económica.The Conversation

Víctor Raúl López Ruiz, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Econometría), Universidad de Castilla-La Mancha

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

viernes, 15 de octubre de 2021

De vuelta...


Cuando llamaron a la puerta esta mañana y me sorprendió el operario que revisa anualmente el extintor de mi casa, entonces vi lo eventual de la vida, un año más, como si nada, ¡un año más! Pues en ese momento pensé que debía retomar a la hormiga y recontar aquellas cosas que ya para todos llevan el apellido de pos-pandemia. Fue suficiente el descanso estival, toca volver.

Mirar atrás, 20 meses, y más de 100 mil vidas perdidas por un "capricho" del hombre, un virus desde la China que nos ha cambiado la vida, la sociedad, pero al que como en el pasado hemos superado, y nos encontramos con un hormiguero más revuelto y más desigual.

Sabemos que tenemos un 10% de nuestra población que resulta ser negacionista, al menos sobre los beneficios de la vacuna, y de reojo vemos que en otros países no hay dinero para inmunizar y que la brecha sanitaria avanzará sobre las desigualdades existentes. Pero nosotros nos miramos el ombligo, damos gracias a una Europa más desunida que nunca, y suspiramos por una recuperación que el FMI y la factura de la luz dilatan al menos hasta la primavera del 2022. El hándicap será de nuevo la inflación, que ojalá no nos recuerde la deuda, el riesgo y el precio del dinero.

Y vuelve la política con unos y con otros, el gobierno soltando lastre por la izquierda y Podemos aferrándose al poder que le resta, que cada vez es menor, el PP buscando ser la alternativa y recuperando el pacto con el PSOE sobre el designio de los órganos constitucionales, VOX reforzando posiciones a costa de tanto rufián independentista que juega a imponer, o mejor chantajea en su propio interés por un puñado de escaños, y Ciudadanos, quién recuerda a estas alturas a Ciudadanos. 

Parece que habrá presupuestos, no se romperá por el momento el gobierno y Sánchez podrá presumir de política de gasto a costa del cheque europeo. Permítanme un inciso, ¿era necesario un talón cultural de 400€ para jóvenes de 18?, quizá por aquello del pos-covid y la vuelta de los locos años veinte, o por que son los que a los pocos meses de su cumpleaños tendrán que ir por primera vez a votar, en fin, de vuelta con el populismo.  Menos oportunismo y más eficiencia en épocas de vacas flacas.

Acabo con el reparto de fondos para los territorios, sólo escuchar a los independentistas catalanes abuchear a Ayuso tachándola de infantil por recordar su "España nos roba" me pone el vello de punta. Pero cuanto hay de verdad, mucho, señores, Ayuso está en el punto de mira y Madrid, donde se aporta más en crecimiento y presupuesto solidario para el resto de comunidades, ahí mismo se le otorga la mitad de inversión que a Cataluña, negociando incluso si llevarnos el Senado definitivamente a Barcelona. Ah la política, los políticos y los grupos de poder, ahora partidos independentistas, al menos en estos foros cerrados es obligatorio aún el uso de mascarillas.

Vuelvo con acidez renovada y para contar lo que veo de la forma más objetiva, con el análisis de datos.

Gracias por leerme, y gracias Eduardo por animarme a seguir. Hasta pronto


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