viernes, 24 de abril de 2015

Buenos tiempos para hacer política

Estamos viviendo lo que puede llamarse cambio de estructura política, en la que por falta de renovación real en las estructuras de partido, se ha forzado una renovación que en determinados casos corre el peligro de romper el partido por la base. Tenemos algún que otro antecedente, por ejemplo el que acabó con Unión de Centro Democrático por luchas internas a principios de los 80, o el que adentró a la entonces Alianza Popular en una renovación lenta pero efectiva que lo transformó en una opción más centrada para los noventa con el Partido Popular.

Pero lo de ahora es diferente, básicamente porque coincide un proceso renovador para los dos principales partidos de la arena política, y fundamentalmente para la oposición actual junto al nacimiento de dos grandes fuerzas novedosas que requieren la atención del votante.

Como politólogo me encuentro fascinado por la situación y cuando me piden opinión sobre el tema ofrezco reflexiones que quiero compartir aquí con vosotros:

La tradicional izquierda se va a ver desmembrada por la falta de ideas, corruptelas y rígidas estructuras que hacen tambalearse al Partido Socialista Obrero Español, sin un claro referente a unos meses de las Generales con descuidos continuos en el día a día de la dialectica política; por otra parte, los centrados de izquierdas 'UPD' han acabado con su partido antes de las Elecciones, y el extremo izquierda vive una lucha por eslóganes en la que renace una nueva opción bajo la palabra 'Podemos', minando a Izquierda Unida y pidiendo cuentas a su hermano mayor el PSOE. En esta coyuntura los resultados de las próximas municipales y regionales harán que se produzca el lógico pacto entre ellas para gobernar y de ello seguro que la más desfavorecida será el PSOE que tendrá que renovarse a costa de sus pactos, no desde adentro, por lo que puede ser preocupante si no se es flexible desde la bases, miren de reojo a UPD y sabrán de lo que hablo.

Respecto a la derecha, a pesar del poder que gozan actualmente, la corrupción y los ajustes han desmotivado a sus votantes que pierden referencias sobre las tradicionales políticas conservadoras y liberales que han llenado los programas y recetas de antaño. No obstante, no se han desmembrado como referencia del votante de derechas y han logrado aún la unidad en beneficio de la tecnocracia y la eficiencia económica. Ahora bien, hay dos problemas clave de cara a las Elecciones regionales y municipales: su imposición y control de listas apostando por técnicos y sobre todo la renovación de centro que viene de la mano de un nuevo partido 'Ciudadanos'.

Dejo para el final, este partido que desde una estructura centrada y procentralista ofertada desde Cataluña en un inicio, ha sacudido un nuevo centro que atrae al votante que ha hecho triunfar a la derecha en nuestro país. Con ideas diferentes, proclama sin políticas extremas una renovación del sistema. Personalmente, creo que es la mejor oferta en la parrilla de salida pero ha de vigilar su gestión y desarrollo del partido, la mejor prueba son las actuales elecciones, su política de pactos será mirada con lupa para determinar si es una clara opción a la Moncloa a fin de año.

En fin, pasen y voten,... o no voten, lo que es claro es que nuestros políticos tendrán que renovar ese carácter negociador que siempre puso el 'pedigree' al buen político.

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