martes, 11 de julio de 2023

Feijóo gana el 23J, el debate y probablemente conforme Gobierno


A poco más de 10 días para las generales ya nadie recuerda los motivos y resultados que forzaron a Sánchez y sus asesores a apostar por una estrategia hacia adelante con el recurso del temor en los pactos, en que un gobierno del PP fuese posible apoyándose en socios naturales bajo la sombra de VOX. 

Los hitos de un gobierno de pactos no admitidos

En la gestión del COVID hubo muchas situaciones que sobre todo en sus inicios podrían haberse evitado y no llevarnos al pódium de los países con más contagios y muertes por la pandemia. El azote se soportó en la prueba y error, la gestión de las ayudas y el proceso de vacunación con rápida inmunización de la población que saldó finalmente la cuestión con un aprobado, que incluso se convertiría en notable si nos olvidábamos de la gestión sanitaria de los dos primeros meses (febrero y marzo). 

La política tuvo que ir sorteando los pactos de gobernabilidad con los socios de coalición primero y con los de gobernabilidad después. Concesiones al independentismo que pasaron por el indulto al 'proces', el fin del delito de secesión,  mejoras presupuestarias, privilegios sobre la lengua catalana y concesiones en política de vivienda que asentaban la ocupación y que hacían que los privilegios fueran para unos pocos y los alquileres siguiesen al alza.

Sus socios de Podemos y sus continuas revueltas quitaron el sueño socialista de Sánchez con el consumo de la carne, primero de Garzón, las discrepancias en la OTAN ante la guerra de Ucrania o la triste puesta de largo de la ley del 'solo sí es sí' que con los informes en contra de juristas de las cámaras entre otros han permitido la excarcelación de más de un centenar de violadores y la rebaja de penas de más de un millar, y tuvieron que forzar una reforma con el soporte del PP. 

Debate cara a cara, vuelta al bipartidismo

La puesta de largo del cara a cara desde A3 Media, daba el regreso al bipartidismo desde hace siete años y mostraba antes del comienzo ya a un Presidente nervioso, en pie, circulando entre las cámaras mientras Feijóo controlaba su posición asesorado en su asiento con actitud sosegada, en calma. 

En el bloque económico Sánchez embarraba los argumentos de Feijóo en los que a su vez contestaba y mostraba que la 'moto' del Presidente en empleo o crecimiento se frenaba con la perspectiva micro, la economía real de la gente, la de la calle, con el nivel de precios de la cesta de la compra, los impuestos y la mordida en las hipotecas a cuenta de los tipos de interés. Comenzó ahí la apuesta del 'gallego', que hábilmente dejó que Sánchez le interrumpiera constantemente para mostrar las debilidades, sin perder en absoluto su línea argumental, quedando para Pedro únicamente el temor al pacto con Abascal como recurso.

Posteriormente, todo fue a mejor para Feijóo. Sánchez tras cuatro días de preparación buscaba ya el asentimiento en los moderadores, cruzaba sus manos y caía en la red de los 'fantasmas del Sanchismo': el Falcon y sus usos para lo que sólo quedo aquello de 'no lo compré yo', Bildu y sus flirteos en política de vivienda y gobernabilidad recordando a Miguel Angel Blanco, el independentismo y las concesiones sobre el delito de secesión y los indultos, la ocupación institucional representada en Tezanos que aplacaron la congelación del CGPJ y tantos memes que lo redujeron a simple 'candidato' cuando el oponente ganaba en tono, moderación y gestos presentando un contrato que firmó en directo para permitir gobernar al que ganase el 23J que Sánchez ni quería mirar.

Los medios coinciden en la valoración de un Presidente superado y nervioso que vio desencajado crecer a un Nuñez Feijóo que incluso utilizaba pinceladas de humor gallego. El resultado es que el bipartidismo sale fortalecido por el momento junto con un liderazgo del jefe de la oposición. Ahora, a pesar del pésimo hacer de las encuestas de Tezanos y El País, todo apunta a que la base de los 150 diputados para el PP y 100 para el PSOE es la más realista. Tenemos una campaña en la que se ha agotado el discurso del pacto poselectoral que fue lo que la hizo situarse en fechas de ola de calor, y se espera más sobre el futuro de la gente, las propuestas políticas. 



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