lunes, 25 de marzo de 2019

¡Qué locura!, nos vamos de elecciones


Pues con el buen tiempo la hormiga ya no para de trabajar, aunque esta tarde se ha dado una vuelta y con la chaqueta irónica, quizá cervantina, bajo la nieve, ha recordado la que se nos viene encima en poco más de un mes, elecciones, elegiremos candidato, quizá no haya gobierno, y si lo hay, quizá no gobierne quien gana, que disparate, ¡el lobo, qué viene el lobo!, decía el cuento.

Pero eso no es lo mejor, en la arena política ahora resulta que tenemos constitucionalistas y no constitucionalistas, sistémicos y anti sistema, fascistas y golpistas, pero programas lo que son programas, nada o poco conocemos.

Están, si buscamos de izquierda a derecha, el candidato que vive en un súper chalé de la sierra madrileña tras enfrentarse al desahucio, que ocupa las listas con su pareja, número uno y dos, después tenemos al que se huele que aunque gane puede no gobernar, buscando ahora pactos a izquierda y derecha, convidando a su país a los viernes sociales que no podremos pagar sin dar cuentas de nuevo en Europa, y limpiando del aparato a la que le enfrentó en el pasado, luego tenemos al hombre cada vez menos centrado, le han dejado tan poca arena sus rivales que no sabe a quien fichar ni a qué tránsfuga recibir para formar una alternativa que le salga bien, después el que abre la puerta al centro con el hijo del mejor presidente de nuestra reciente democracia, pero que tiene ocurrencias de cambio de papeles por hijos... y por último, cha chán... ¡ellos!, estos que formando el aparato de su partido cada día nos sorprenden con un elemento mejor, ahora un candidato de pasado neonazi, agresor, que se dedica al turismo, hace unos días el que quería tratar con terapias a homosexuales, pero en serio ¿creen que nos hemos vuelto locos en el hormiguero?

Lo mejor está por llegar, porque la llave quizá recae de nuevo en los de los lazos amarillos y para colmo nos toque repetir elecciones como antaño.

Pero centrémonos en esta locura y dediquemos un rato a observar la que se nos viene encima. Ahora Él se ha quedado de salvador único y tendrá que pedir el voto entre procesión y procesión con su chaquetón progre, en Semana Santa, aunque ya no le quiere nadie, ni tan siquiera el PSOE de Tezanos, que no sabe cómo cocinar los datos, lo haga como lo haga ha conseguido que no le crea nadie, nada más quijotesco, el hombre hecho a sí mismo desde Cataluña como nueva derecha, por su parte, ha denostado su discurso y el centro le quema a izquierda y derecha, los populares renacen de sus cenizas sin creer posible una victoria sin sus nuevos primos radicales, de los que se dice que no son constitucionales, esos que se apresuran a pedir libertad de defensa con pistolas, y yo que pensé que esto lo habíamos superado.

He recibido algunas críticas diciéndome que no puedo persuadir a la abstención, y nunca lo he hecho, ni el voto en blanco lo he considerado como una salida democrática, pero díganme solo una cosa, ¿cuál es el menos malo? Espero sus consejos, y mientras leo los consejos quijotescos para el buen gobierno de una ínsula.   


lunes, 18 de marzo de 2019

Fichajes estrella versus tecnocracia


Que los medios de comunicación inunden la política no es nuevo, que la cara de nuestros gobernantes llene carteles sustituyendo programas de gobierno tampoco, pero que sea el soporte del inicio de campaña de los aparatos de partido si es un hecho diferenciador respecto al pasado, incluso con la confusión deliberada del robo de cabezas de lista entre afines tanto a la derecha como a la izquierda.

La renovación iniciada por Sánchez el pasado junio para formar gobierno parece haber cuajado entre los competidores, aquello de apostar por reputados expertos profesionales ha sido imitable, pero derivado hacia los medios, pues un astronauta no tiene por qué conocer las políticas de investigación a nivel ministerial, aunque es defendible, lo que parece menos verosímil es que un entrenador de baloncesto sirva para alcalde, un ministro de un país externo, e incluso una marquesa que es periodista,... y ya puestos por qué no un militar retirado, un abogado del estado o el mismo expresidente de una gran multinacional.

La tergiversación del concepto de tecnocracia en política es similar a suponer que el mismo Cristiano podría ser Ministro de Cultura y Deporte, estamos hiriendo de muerte el concepto ideológico social de un partido político. 

El juego del famoseo no hace sino rebajar aún más el nivel del trabajo por el interés común, cierto que la ideología también ha reaparecido pero para borrar del mapa a cuantos molestaban en el aparato político. Una arena con tanta mezcla y tan pocos principios diferenciales en programa y estrategia como país, dónde lo social se frivoliza, no es lo deseable. Los partidos políticos deben activar las ideas sociales y defenderlas en sus filas con el trabajo.

Vivimos demasiado aprisa, ya lo comentaba esta mañana en clase de economía aplicada, se vive al día sin pasado y obviando el futuro, por un burdo protagonismo del ego, separándonos del bien común, ¡vaya!, como si cada hormiga de pronto se olvidara del hormiguero, pensando en ella misma y actuando para ser reconocida por ello, ¿cuál es entonces la diferencia con la cigarra del cuento?

Otra certeza es que cuanto más se preconiza este tipo de actuaciones por los políticos, más se desvinculan de la sociedad, quizá entonces la abstención sea la gran ganadora en las próximas elecciones. 

Mientras el cambio de estructura hacia una sociedad envejecida y dependiente de la tecnología, en un mundo desigual en el que todos los egos se miden por 'followers', y un entorno insostenible que huye de sacrificios y fracasos harán difícil convivir en nuestro hormiguero. 

Las respuestas, sigo buscando, pero no las veo.   


lunes, 11 de marzo de 2019

El Terror del 11M



Era jueves, recuerdo bien el día y la fecha, corrí rápidamente a llamar a mi hermana pequeña que trabaja en Madrid y cogía tren por las mañanas, ella estaba bien, pero aquellos atentados hicieron temblar nuestra sociedad, nadie podía creerlo.

En las primeras horas entre tanta confusión, ni las formas ni resultados hicieron pensar en los yihadistas, era brutal pero podría ser de nuevo ETA. En plena campaña electoral, a tres días de las elecciones, los españoles tomaban nota de la barbarie de casi dos centenas de muertos y dos mil heridos.

Pasados quince años, vinieron otros, como el reciente de Barcelona que han puesto de moda los bolardos, pero aún no hay solución para esta locura colectiva amparada en la lucha ideológica y de religiones. Tras un fuerte debilitamiento en Siria y medio Oriente la organización continúa muy activa, sembrando el terror con células armadas allá donde la locura permita su acción.

La violencia, tan presente en nuestra sociedad, hizo aumentar el proteccionismo y dañó mucho el espíritu social europeo, nos hizo olvidar a Turquía como estado miembro, volvió a recordarnos que una guerra no necesitaba de grandes ejércitos, ni armamento nuclear para presentarse en nuestras calles, bares, plazas o estaciones de tren. Nosotros lo sabíamos bien con el activismo del grupo terrorista ETA. Todos los españoles, incluidos catalanes, caminamos juntos aquel sábado de nuevo, como con Miguel Ángel Blanco, para que no volviese a pasar.

Esa es la lección a aprender del pasado, la unidad, el diálogo y la puesta en valor de lo que nos une. Ahora de nuevo nos enfrentamos a un proceso electoral, más agrio y desagregado que nunca, en donde lo que los diferencia no es el trato económico, ni el programático, estamos más en el simbolismo o el trato de antepasados. No hablan de pobreza, trabajo, cambio de estructura tecnológica, sostenibilidad, o calidad de vida.

Nuestros políticos han conseguido diferenciar y politizar el feminismo, usándolo a capricho, han elevado el secesionismo catalán a los altares y planteado órdagos sobre el día que unos huesos serán trasladados, han hecho efectivos hasta siete actos para recordar aquel jueves de 2004. La respuesta debe ser siempre la de la unidad de lo social, mientras se busquen diferencias en lo cotidiano será imposible avanzar en lo que nos hace progresar.

¡Pobres hormigas!, preocupadas por el color de sus galerías y no por el próximo invierno.

Mi recuerdo a aquellos que sufrieron y sufren el horror de la incapacidad social.

lunes, 4 de marzo de 2019

Ya no escucho guitarras eléctricas


He de aceptar que me encuentro viviendo la sociedad de los ‘millennials’, o mejor la de la serie de mi niñez ‘Espacio 1999’, dónde seguro que se han visto truncadas algunas de mis expectativas tecnológicas de ‘regreso al futuro’, pero al tiempo desgraciadamente no fueron detectados los claros guiños a una sociedad desigual, magistralmente narrados en estas producciones. Vivimos en una sociedad mediatizada al minuto, dónde ser político se ha convertido en conseguir el gran titular, sin trabajar para los demás, obviando el mágico ‘interés general’. 

Esta semana toca alzar la voz contra los techos de cristal, la brecha salarial, la violencia de género, el lenguaje inclusivo. Algo no debió funcionar del todo bien mientras escuchábamos las acústicas de ‘Dire Straits’, con una educación reformada en la que no nos separaban por razón de género, un trato igualitario que eliminaba en alguna de sus reformas la asignatura de “Hogar”, e incluso asistiendo a clases conjuntas de gimnasia. Por qué digo esto, pues miren, tenemos cinco candidatos a Presidente, y no es necesario lenguaje inclusivo, son cinco hombres que cuidan al máximo su imagen y que cuentan con destacadas féminas en sus filas, pero sin poder, para cambiar esto, es decir quién es el candidatO. En lo social seguimos con un patriarcado institucional que hace lo propio en todas las grandes empresas de nuestro país, con alguna pequeñísima excepción, en la calle y en casa son ellos los más protegidos por la máscara social, los menos necesitados cuando se agrede, se bebe,…  los más relajados en el sofá con su mando a distancia, los que manejan el ocio con el deporte del balón, los que no tienen necesidad de renunciar a nada, ni a ser padres, por el progreso personal.

Escucharás esta semana, manifestaciones sobre feminismo exaltado e incluso liberal, pero lo cierto es que es necesaria más igualdad, cualquiera lo ve, por lo que reto a esta sociedad a que siga esa senda, frenando a aquellos que quieren hacernos creer que ya todo esto pasó, que está hecho, o incluso nos amenacen con imágenes imposibles en un autobús.

Lo otro es más campaña electoral en la que el programa se diluye para reclamar la diferencia con el adversario en una arena política a cinco, pero con dos grandes bloques en la que el nacionalismo de nuevo está convidado a romperlos. Sobre este circo mediático, ya vale todo, del decreto ley, al insulto, y la blasfemia, desde el juego con las cifras de Tezanos a la intolerancia de Casado sobre lo social, todo vale, miren si no a su derecha y vean las respuestas de Abascal a la sociedad y al mundo en su programa electoral. Podemos y Ciudadanos quizá son los más tocados en estos días, el primero por falta de exposición y el segundo por indecisión. Preocupante si uno limpia los datos de Tezanos con el fregasuelos andaluz, estaríamos ante un quíntuple empate en el que socialistas quedan un poco por encima de la media y Ciudadanos y Podemos por debajo, se llama extrapolación, prometo una estimación con datos claros, más cerca del 28 de abril.

Acabo ya recordando el bajo de ‘Santana’, ya no escucho sus acordes, la memoria me lleva a la lucha por una sociedad más igual, sostenible y centrada en ayudar a integrar a los desfavorecidos, pero a cambio tenemos techos de cristal, muros, vallas, corrupción mediatizada, abusos de poder desde TODAS las instituciones, una Europa que se desmorona y una España sumida en banderas y muertos, triste sordera que no deja escuchar las guitarras de los 80, las que consiguieron derribar tantos muros.

Frase célebre de Pink Floyd: “No necesitamos que controlen nuestros pensamientos…. Solo eres otro ladrillo en el muro”.

Artículo de opinión dedicado a mi maestro: Leopoldo Sánchez-Beato, siempre escribo más de lo que se lee.

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