sábado, 23 de noviembre de 2013

10. ¿Mentoring?

H-239791 pronto perfeccionó el idioma del nuevo hormiguero. Cuando el sol se ocultaba solía cenar con H-111791, hormiga supervisora general de la cadena de recolección, delegada sindical y miembro de un partido progresista, es decir, de la casta del séquito de la Reina en el nuevo hormiguero, si bien, en la parte baja.

Pronto surgió una amistad que propiciaría que nuestra hormiga dejase de cortar hojas en primera línea, pasando a supervisar la línea media de recolección de semillas. La noche antes de su nuevo puesto se reunió con su amiga para celebrarlo. Cuando pasaron dos copas y la conversación se desordenó sin trabas aconteció el siguiente diálogo, H-239791 dijo:

— Tengo que darte una vez más las gracias por valorar mi trabajo y considerar mi petición de promoción.
— Para que están los amigos, fue fácil la elección —contestó sin dilación H-111791.
— ¿Tan malas eran las otras hormigas que aspiraban al cargo?
— No lo sé, si te soy sincera no tuve ocasión ni de leer sus curriculums. Mi opción estaba tomada.

Tras un largo silencio, la joven continuó.

— Pero, entonces, fui elegida ‘a dedo’, por amiguismo…
¬— No lo tomes así, realmente esta forma de contracción se basa en lo que en las altas esferas denominamos ‘mentoring’, para mi es mejor tener un subordinado de confianza sobre el que puedan recaer responsabilidades. Alguien que me libere de cargas para a la vez hacer méritos y continuar su escalada, es así como se hace pequeña, ¿qué pensabas?
— ¿Y el resto de compañeras? — preguntó angustiada.
— Algunas aprenderán que con afiliarse a un partido o sindicato no está todo resuelto, deben ganarse la confianza de su superior y al tiempo ser buenas en su trabajo, pero sobre todo lo primero. El resto nunca aprenderán, aunque se esfuercen en ser las mejores, siempre serán hormigas necias, sin aspiraciones…

Siguieron bebiendo hasta bien adentrada la noche, H-239791 estaba madurando a golpe de secretos bien guardados por los hormigueros.

Frase célebre de una hormiga (Indira Ghandi): “Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: las que trabajan, y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí”.

martes, 12 de noviembre de 2013

9. Un tornillo

La hormiga alcanzó el nuevo hormiguero, todo le parecía mejor que en el suyo, pero lo cierto es que no era tan diferente. Parecieran las galerías mayores, mejor organizadas, hasta las hormigas más grandes y sanas. Su lenguaje era diferente, pero ella había aprendido sobre él, aunque nunca habló nada lejos de su entorno. Se sentía fuera de sitio, aunque al tiempo se le acumulaban las ideas sin poder expresarlas adecuadamente. El contrato, también con letra pequeña, redactado en otro idioma, le ofrecía un puesto de recolectora, pero en la zona más expuesta. Aquella hormiga habría firmado cualquier cosa, el momento la invadía. Todo era tan diferente, al menos en apariencia.

Salía en cinco minutos al exterior, un curso intensivo le advertía sobre todos los peligros. Las soldados esperaban al grupo y lo escoltaban, allá comenzó su aventura, durante ocho largas horas no hizo otra cosa que acarrear hojas, funcionaban como una maquinaria bien engrasada en un sistema que las convertía en una pieza de una singular cadena. H-239791 se había especializado en el corte de hoja y era su cometido cortar y pasar la hoja. Descansaban dos veces cada 4 horas, tras la agotadora jornada les esperaban las galerías para recolectoras con un espacio para dormir y una hoja fresca que comer, al sexto día se descansaba y se pagaba en dinero que utilizaban para tener cosas y comer. En esto consistía fundamentalmente el sistema económico de aquel hormiguero, como el de tantos otros.

A los pocos días añoraba todo. Hubiera creído enloquecer cuando se percató que solo hablaba con otras extranjeras de su hormiguero para demostrar que allí eran más pobres, pero se vivía mejor. ¡Qué miserables momentos!, acarreando recuerdos para sobrevivir a las circunstancias de un sistema tan engranado, en el que te sientes alienado y te puedes comparar con un tornillo en una superestructura de acero.
Nuestra superviviente pronto destacaría en el corte por lo que entabló amistad con una de las supervisoras que la propuso para promocionar…

Frase del autor: “El sistema económico actual está pensado para que algunos vivan sin trabajar y la mayoría trabaje para sobrevivir y para que vivan los primeros”.

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