viernes, 27 de octubre de 2017

Un demócrata indignado

ANTE la Declaración Unilateral de Independencia y el proceso separatista del gobierno regional de Cataluña, desde la serenidad: SOY un Demócrata indignado.


Indignado con el trasnochado nacionalismo decimonónico que hace de la separación y la autodeterminación un agravio cultural, colonial e histórico basado en la mentira de un "derecho a decidir", de unos separatistas soportados en la anarquía y los anti-sistema que no respetan el marco legal y aún se proclaman como legítimos generadores de derecho, figurando entre sus actuaciones la quema de banderas, símbolos o señalando como “régimen del 78” al sistema que ha permitido un auto-gobierno regional nunca antes visto, insultándolo como fascista por no amparar la "ilegalidad" y tachando de ello a mis máximos representantes, también a mi rey, y no me olvido de los populistas, rufianes e incendiarios 'iglesianos', que no tienen pudor lapidando institucionalmente al Estado y a mi nación.



Soy demócrata, estoy indignado.


 
Pobres catalanes, ¡Basta ya, pido actuación, serena y gradual, pero ya!

sábado, 21 de octubre de 2017

Inaceptable intento de Secesión: el Rey oficializa el 155 desde la madurez democrática de España

He estado observando estos días y quería compartir desde el "Blog de la Hormiga" la opinión de un politólogo, economista y sociólogo. Mirando unos años atrás, diríamos que el nacionalismo catalán recuperando a su ala derecha, se había hecho fuerte con los servilismos de las corruptelas del poder que le mantenían en el gobierno regional desde la instauración de la monarquía parlamentaria, unido todo ello al negocio de una ley electoral que les otorgaba una sobre-representación en un sistema claramente bipartidista. En un momento de crisis económica e institucional, también europea, se activa una asimetría catalana en busca de un mejor negocio para sus élites, poniendo en juego el órdago independentista. La escalada en su descalabro continuo con el gobierno central le hace desembocar en un proceso de secesión unilateral que el pasado 6 de septiembre abandonó el estado de derecho situándose fuera de la ley. Después la locura de una representación orquestada por sus poderes de un autoproclamado "derecho a decidir". Por parte del gobierno central, la prudencia y paciencia han hecho que todo este proceso sea patético a la vista de cualquier observador. Pero al tiempo ha posibilitado la madurez institucional: 

  • La Corona ha afianzado claramente su papel como Jefe del Estado activando el día 3 los procedimientos de prevención ante el desatino secesionista y reafirmando anoche nuestro derecho a la unidad en una cuidada puesta en escena de prestigio internacional , como son los "Premios Princesa de Asturias", ante los galardonados de la UE, el Presidente del Gobierno e instituciones del Estado.
  • Por su parte, el ejecutivo y legislativo han caminado desde ese día tres en una misma línea en una clara mayoría (PP + PSOE + C's), que busca la contención desde el derecho soportados en una Constitución, si se quiere denostada, pero que preveía por sus formuladores un escenario de ruptura asimétrica regional con una forma de respuesta en el ya tan conocido 155. En esta afrenta un oportunista que se dice politólogo, ha ido quedando vacío de contenido al justificar los actos del gobierno regional catalán dudando del respeto al pluralismo del resto de los españoles que no le votaron e insultando a cualquier acción que buscara la defensa de la ley en esta situación (me refiero a Podemos y a su secretario general, el señor Iglesias). 
  • Por último, el legislativo, en su defensa a la ley ha resultado impecable en su aplicación en todo el territorio español e instituciones (TSJ Catalán, Constitucional, etc.).

También ha tenido lugar, aunque aquí el principal mérito es del capital, una acción "economicista" de protección ante un escenario convulso materializado en unas mil trescientas empresas, por el momento, que se fugan de la región hacia marcos dentro de la ley, un turismo, aún básicamente interior, que huye de acciones de rebeldía y odio hacia ellos, evitando la visita, y una inversión y consumo paralizados coyunturalmente ante una perspectiva incierta fuera de los marcos legales españoles y europeos. 

Por ultimo, ha sido formidable la repuesta social, con la recuperación de valores de unidad y sentimiento de pertenencia, que nos amarran a los símbolos estatales amparando a una sociedad catalana silenciada que cubría el centro de Barcelona el ocho de octubre con un millón de voces.

Tras mi análisis de la situación, hoy espero un claro paso hacia la normalización de una región que basada en mentiras históricas, buscando fronteras en el lenguaje y diferencias en el ADN soportadas en una concentración industrial favorecida por su situación geográfica y cercanía a mercados desde tiempos pretéritos, reforzada al menos en los últimos 70 años, intenta poner en jaque al "estado" (europeo) como sistema de organización territorial.  

Dicho paso se da desde la firmeza de la convicción de su Jefe del Estado y de sus Fuerzas Armadas, recordemos que en esto no se limitó nunca su poder, con el amparo de su poder legislativo, y con una mayoría cualificada de más del 82% de los Senadores y del 72% de los diputados. Ante esta unidad institucional se avanzará en un par de semanas de trámites en una gestión técnica institucional catalana donde la Delegación del Gobierno en Cataluña marcará los pasos a seguir para proceder a la activación del fin de la legislatura de Puigdemont con la convocatoria de elecciones autonómicas, sin la suspensión de la condición de Comunidad Autónoma, pero si de su control.

En el camino, los coletazos de un independentismo fuera de la ley son esperables, con la toma de las calles en busca de revueltas sociales, pero la firmeza institucional española y su marco en Europa son suficientes para calmar la situación, en otro caso la economía seguirá marcando las acciones en detrimento siempre de los que se sitúan fuera de la ley (Tajani decía ayer que la UE no tiene policía,  pero cuando un Tribunal dicta sentencia, se aplica y punto).

Acabo, recordando que la unidad del pueblo español, la de sus instituciones y su madurez democrática están a prueba y firmemente creo que saldrán reforzadas, ante una sociedad pluralista que, sin embargo cree posible una convivencia en igualdad de condiciones para sus ciudadanos, al amparo de la ley.

Frase del Discurso del Rey (20/10/17):  "...en el Siglo XXI Cataluña es y será una parte esencial de España".     

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