miércoles, 24 de diciembre de 2014

Hagan política: "No al cierre de ELCOGAS".


El otoño había pasado en el frío agujero y H-239791 no encontraba la forma de incorporarse a la vida política de un hormiguero debilitado. En el gobierno se decía que estas Navidades serían mucho mejores que las pasadas, pero, nadie entendía para quién.

Había algo que le daba vueltas a la hormiga y no lograba entender, entre cambios y reestructuraciones se daba salida a desmantelamientos de empresas. El tejido empresarial de algunas zonas del hormiguero caía y ningún gobierno estaba dispuesto a mover ni un dedo. La figura del político era cada vez más decadente, no eran capaces de luchar por una empresa que veinte años antes se había creado como referente del sector de las renovables y las no contaminantes, no eran capaces de explicar esto a otros políticos preocupados por la contaminación que genera el carbón. Y mientras tanto, se vanagloriaban unos y otros preparando las elecciones, dejando que las hormigas se conformaran con brotes verdes enmascarados en cifras contables.

En este ambiente la hormiga quería gritar a los cuatro vientos con un ¡basta!. El político tiene que saber escuchar a sus representados y luchar por ellos allá donde proceda, dejando las vanaglorias, olvidando su interés y el del propio partido. Y es que hacer política es algo técnicamente sencillo, aunque personalmente muy arriesgado. ¿De esto queda? En este hormiguero creo que se salvan pocos, ni los que actualmente gobiernan a golpe de recorte, ni los que los persiguen como oposición obrera con ideas agotadas dentro de unas estructuras que impiden aflorar conocimiento político, ni por supuesto, aquellos que se erigen como salvadores anti-casta, estos últimos son los peores, pues quieren restituir sistemas del pasado soportados en un populismo exacerbado que no prevé consecuencias, y que se contradice continuamente.

No todos, pensó, estarán confundidos. De esta forma plantearé sencillamente lo que creo con el comunicador por si alguien quiere tomar nota.

Empecemos desde lo pequeño, demos viabilidad a esta empresa dentro de su sector para revitalizar la zona, su modo de gestión de contaminantes y sistema de producción eléctrica son suficiente aval, como todos los premios recibidos en su corta vida, para modificar las leyes en su beneficio. Después, pidan el voto... o simplemente sigan trabajando por lo público.

Por si queda duda: ¡No al cierre de Elcogas en Puertollano!

viernes, 31 de octubre de 2014

Corrupto... ¿Y qué?

Pequeña hormiga, decía mi padre, quizá debido a los tiempos en que le tocó vivir, quizá debido a su experiencia, que no conocía a ningún hombre que pudiera ser desmesuradamente rico con lo que obtiene de su trabajo de sol a sol,... y proseguía diciéndome, si crees conocer a algunos, guardaté de ellos.

Cuando uno observa el panorama político y social actual, puede fácilmente identificar que la podredumbre del sistema lo invade todo o casi todo. Desde pequeños se nos introduce en un sistema de competencias con el fin de lograr ser los mejores, el problema es que los demás reconocen ser el mejor en el que tiene más. Sobre este método gira nuestra sociedad, y la permisibilidad es aún mayor cuando 'vale todo' para conseguirlo, siempre que uno sea tan listo que no le pillen en el intento.

Pero, no nos engañemos, no hemos inventado nada, desde hace siglos la corrupción convive con nosotros. Fidias, arquitecto griego, cuando construyó el Partenon fue acusado de quedarse con parte del oro y marfil para tal obra; el Duque de Lerma, gran especulador, hizo una fortuna comprando terrenos en Valladolid para convencer posteriormente a Felipe III que se trasladara con la Corte unos meses después a dicha ciudad, y lucrarse personalmente con la gran revalorización de los terrenos; o el tan sonado 'caso Watergate' sobre espionaje entre partidos políticos de finales del siglo pasado.

Es cierto que siempre hubo corrupción, no obstante en los últimos tiempos en nuestro país se convive con ella, el sistema oculta su podredumbre y cuando sale a la luz trata de encubrir, cambiar y hacer olvidar a la opinión pública. La corrupción en política siempre camina de la mano de un precepto: 'el interés propio o de unos pocos, debe prevalecer sobre el de todos', precisa además de individuos amorales y egoistas dispuestos a ser los mejores. En su carrera no importan los medios para alcanzar el éxito.

En esta situación a la que se ha llegado las medidas que deben tomarse desde cualquier sociedad y las instituciones son claras, en primer lugar apartar al corrupto y condenarle ejemplarmente, en la misma medida que se lucró ejemplarmente. Posteriormente, desde dentro eliminar a todos los que connivieron con los corruptos utilizando esos magnificos entramados de que proveen los partidos políticos, sindicatos, y organizaciones empresariales. Por último, ensalzar las virtudes del trabajo político, haciendo públicas todas sus acciones económicas.

Respecto al sistema, debe introducir desde mi punto de vista diferentes requisitos para ejercer cargo público. En primer lugar, precisa de preparación de acuerdo a las responsabilidades adquiridas, no todos pueden ejercerlo, ni sólo aquellos que formen parte del 'aparato de un partido', transparencia a la hora de ejecutar las mismas y control en su cumplimiento.

Finalmente, en nuestro país es muy necesaria una transformación institucional, antes que emprender una nueva aventura federalista, con un nuevo plan territorial que supere al del Siglo XIX, en el que se eliminen las Diputaciones Provinciales, más de la mitad de los más de ocho mil ayuntamientos, cientos de entidades públicas y se controlen a las existentes.

Quiero creer, hormiga, que no son todos,...

La hormiga exclamó:

- ¡Pues ya toca que trabajen en hacérnolo ver!.

miércoles, 8 de octubre de 2014

La cuestión catalana: Carta Abierta al Govern


Estimado/s Representante/s del Estado Español en Cataluña:

Soy un conciudadano, no indignado pero si realmente harto de tantos vilipendios. A través de unas líneas quisiera reflexionar en público sobre el asunto que se ha dado en llamar ‘la cuestión catalana’.

Es interesante abordar en principio cuál es la idea del nacionalismo y por extensión el del catalán. Desde un liberalismo asentado en el XIX, en determinadas zonas se propaga una visión identitaria para legitimar políticamente a una población de ese territorio como soberana. En este sentido, la empresa se ayuda de la concepción cultural diferencial, en donde un idioma propio puede ser una herramienta fundamental.

Como conciudadano, puedo pensar que dicho objetivo es legítimo políticamente, lo que no comparto es su uso para desintegrar territorios. Y es que ambos somos ciudadanos del Estado Español, vosotros además representantes, pero residentes en territorios diferentes. El trabajo por fomentar una idea de catalanismo como Estado nos diferencia, pues en Castilla tal empeño se ha realizado también en distintas fases de nuestra historia, aunque pienso que nunca con el ánimo final de secesión.

Aun a pesar de todo resulta para mi anecdótico y al tiempo extremecedor observar la parafernalia romántica con la que se arremete contra los ciudadanos con todo tipo de símbolos, banderas, cánticos y sentimientos en los que se cuida hasta rebautizarse para aumentar el sentido de ser catalán, y figurar como opuesto al resto, el hecho de ser español, como si de un enfrentamiento deportivo y visceral se tratara. Pero lo que culmina todas mis expectativas es observar a los representantes del Estado Español en dicho territorio teatralizar actos en los que parecieran ‘Jefes de Estado’, cuasi ‘dioses’ de otro tiempo. La conclusión de tales actos es que se deja en el olvido el interés general, incluso el interés de los pobladores de dicho territorio en beneficio del particular.

Recordemos la trayectoria del proceso por si no tenemos clara la situación. La Constitución española del 78, votada y aclamada (por cierto con tasas superiores a la media nacional) también por los pobladores de las por aquellos tiempos cuatro provincias catalanas, otorga competencias de autogobierno y conforma la Comunidad Autónoma de Cataluña, calificada además como nacionalidad histórica y por ende ya no siendo ‘el mismo café para todos’ pues se le reconoce un status ya logrado en los años treinta, permitiendo una vía rápida para su desarrollo. Es bajo dicha ley que se forman todas las estructuras de la Generalitat Catalana, como de otros 18 gobiernos autónomos (incluyendo las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla). Bajo el amparo de ella también se desarrolla una ley electoral que discrimina el voto en el sentido nacionalista, es decir, para que todos nos entendamos, el efecto de un voto de un barcelonés, vale mucho más que el de un soriano, para elegir Diputados al Congreso y por tanto representantes del Estado Español, al ser la circunscripción provincial. Dicha ley es aclamada por todos y logra su efecto, el bipartidismo, pero también que la bisagra para gobernar en mayoría para los grandes partidos no sea una opción generalista sino nacionalista, lo que ‘obliga’ a las negociaciones sobre poder. Por resumir, esa misma ley es la que también permite el desarrollo estatutario de Cataluña, su autogobierno y cuadro de financiación. Los continuos gobiernos elegidos para la Generalitat se amparan también en la Constitución.

Sirva decir que, como ciudadano español, he aceptado esa legalidad vigente aun no compartiendo todos sus efectos. Desde esa perspectiva nunca entendí que los desarrollos competenciales de las autonomías buscaran, según algunos gobernantes, la igualdad territorial del ciudadano español. Así, por ejemplo, para la gestión de competencias de salud y educación. La educación debiera ser una competencia estatal, pues mal utilizada puede ser un arma muy potente. Por otra parte, la sanidad ya ha originado conflictos con tristes desenlaces entre vecinos de dos comunidades autónomas.

Respecto a la Hacienda, como gestor y economista, puedo entender que la eficacia de 17 tesorerías se verá irremediablemente detraída por la eficiencia-coordinación de sus 17 gestores. En este caso tanto el BCE como el FMI recomendaron el saneamiento de nuestro sistema y de todos sus gestores, el ahorro ha sido evidente, también mejorable, desde que un órgano central (Ministerio de Hacienda) coordina jerárquicamente al resto… ciertamente todo hubiera sido aún más grave si las haciendas fuesen autónomas, así como la presión fiscal que debieran aceptar los habitantes para compensar los excesos de aquellos gestores.

Conozco por vuestras actuaciones que no comulgáis con esta perspectiva y por ello, fundamentalmente, una huida hacia adelante ha marcado los últimos años de vuestro gobierno, ya apabullante desde 2012 en el que planteáis la secesión como salida para la Hacienda propia, el autogobierno total y la no necesidad de dar cuentas a nadie sobre los ‘tres porcientos’ o los ‘nidos’.

Permitidme concluir con unas reflexiones sobre el hecho que nos ocupa: la consulta. En vuestra ley de consultas, suspendida de forma cautelar por el Tribunal Constitucional, se da cobertura a un referéndum sobre secesión al amparar una doble cuestión para decidir sobre una nueva estructura de Estado para Cataluña y si quiere ser independiente, es decir no federado con otro/s. Para el primer objetivo es la Constitución la que debiera fijar una nueva estructura del Estado Español como federal, para la segunda debiera ser consultado el pueblo español que es el único reconocido legítimamente con valor político en dicha Ley. Cualquier cambio en este sentido requiere, por tanto, la revisión y proceso de reforma que recoge nuestra Carta Magna, la que fue aprobada por todos en 1978.

Si el argumento final es que el pueblo catalán puede decidir y eso es democracia, le plantearé dos consideraciones más, la primera es que el pueblo catalán como identidad política no existe, sólo existe la residencia en uno u otro territorio de un ciudadano español. Dicho de otra forma, si hace unos meses me hubiese empadronado en cualquiera de los municipios de su comunidad podría ser consultado de acuerdo a los registros que prepara, respecto a la segunda, no menos importante, es que cualquier otra comunidad identitaria debiera entonces ser tenida en cuenta en su consulta territorial con sus mismos planteamientos, y otorgar Estado y/o independencia a cualquier comarca, como por ejemplo la del Valle de Arán con su propio idioma, cultura y simbología o mantenerse fuera de la secesión a un municipio,… en el que se pidiera no ser independiente. En esta línea, además, cualquier comunidad identitaria en el Estado de España podría aspirar a su propia independencia, en igualdad de condiciones.

Acabo. Lo peor de todo es que todo esto creo que lo sabéis, y aun así os habéis pasado dos años vanagloriándoos de hacer las cosas mejor, ser más demócratas y más catalanes que nadie. Bajad a la calle, escuchad el silencio de la multitud de catalanes que al igual que castellanos, valencianos, aragoneses,… piden una mejor gestión de la crisis y más transparencia para sus gestores políticos, no vaya a ser que penséis que una consulta de secesión es la mejor solución para vuestro futuro político... o lo que es peor para el futuro de todos.

Gracias por vuestro tiempo.

Un conciudadano español, residente en territorio castellano.



José Ortega y Gasset dijo: "El nacionalismo es el hambre de poder templada por el autoengaño".

miércoles, 20 de agosto de 2014

Cumplimos un año. Gracias por seguirme

Hace justo un año arrancaba este proyecto. Comenzaba como un hito pedagógico en el que discutir sobre economía y política, poco a poco hemos ido evolucionando y con unas 4000 visitas hemos visto crecer y formarse a una hormiga H-239791.

Desde el principio le interesó lo público y su forma de gestionarlo, tuvo que marchar de su hormiguero, pero antes conoció a independestistas, políticos retirados y expertos en temas sociales. Tras graduarse, marchó a trabajar fuera y pudo comparar con otro hormiguero en el que todo parecía diferente, para después volver con ganas de cambiar su sociedad, aunque encontró nuevos aires populistas al llegar.

Ahora tras un año está lista para formular un ideario y redactar un programa político para mejorar, con un objetivo: la viabilidad económica.

Espero no defraudar y mojarme lo npolíticamente correcto e incorrecto, me gustaría contar con vuestra ayuda, me gustaría implicaros haciendo una red del blog, llegando a todos los rincones del hormiguero, para que podáis contar con la reflexión de un politólogo economista, mi función no pretende ser otra que explicar a la sociedad lo que pasa y cómo pasa para dar más criterios de reflexión sobre determinados hechos.

Me gustaría contar con vuestras reflexiones sobre el blog, un abrazo a todos y muchas GRACIAS.

Video del mes: Agosto



Espero que este juego no se nos vaya de las manos alguna vez...

viernes, 8 de agosto de 2014

21. El peor de los políticos: el populista

Habían pasado unos días y el grupo ya se había reunido, nuestra hormiga estaba decidida a tomar las riendas de una nueva opción política, utilizando a los medios de comunicación y la financiación privada. Pero para triunfar precisaba romper el bipartidismo, ¿era una buena opción? O, simplemente precisaba ocupar el lugar del más débil de los dos. La estrategia entonces debería ser diferente. Muchos le aconsejaron que escogiera la segunda.

H-239791, analizó el panorama político del hormiguero soportado en un sistema bipartidista encubierto. Sólo los dos primeros partidos tenían opción de gobierno, se habían conformado un buen número de afiliados (bases) para ambos casos y una visión diferenciadora anudada en un trasnochado sentir social y religioso cada vez más sútil en su ansiada búsqueda del centro, que desde la perspectiva económica era ya inexistente.

De esta manera, ya casi convencida de su plan, apareció y se le adelantó en la arena política H-871319, pareciera haber urdido su hoja de ruta, esta hormiga jóven, formada y de clase media, estaba convencida de que era necesario hundir al más débil de ambos partidos y lograr su posición. El método elegido era el populismo, poner cara a lo que la hormiga de a pie decía cada día en la calle. La forma era la crítica incontestable desde el radicalismo y el antisistema. Los medios de comunicación elegidos a priori: las nuevas tecnologías, y el objetivo convencer rápidamente a los más jóvenes denostados por el desempleo.

H-239791, vio que había estado a punto de caer en esa miseria política, el juego del poder en el que con una mano se dice estar y ser como el más pobre y con la otra se recoge el dinero utilizando fundaciones tapadera, la fama y el prestigio que da palabrear sobre las miserias de los demás, no importando prometer una renta mínima de hojas para todo el hormiguero sin prever como alcanzar el árbol al grito de es posible… y sin indicar ni conocer la estrategia.

¡Qué ciega he estado! Se decía.


Entonces reunió a su equipo para plantear una nueva forma de hacer política…

Frase de una hormiga célebre (Mariano Grondona): "El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica".

viernes, 6 de junio de 2014

20. El comunicador: "Monarquía o República"


Faltaba encontrar a un periodista o comunicador que cerrase el equipo. Cuando todo empezase habría que comunicar y extender las noticias de acuerdo a lo que se esperase de ellas.

En una fiesta de sociedad se encontró con H-238777, habían sido compañeras de nido, pero no se conocían, sin embargo fue la excusa perfecta para comenzar la conversación en la que pronto aparecería el proyecto sobre una nueva opción política para cambiar el sistema que tenía en su cabeza H-239791. En aquellos días, la reina decidió abdicar en el heredero, entonces el periodista sagazmente preguntó su opinión sobre la posibilidad de una república para el hormiguero. H-239791 le comentó:

—La cuestión es muy compleja, pues aparentemente la República es más democrática, mas sólo aparentemente. Resulta convincente, pero al tiempo las elecciones al Presidente de la República serían controladas por los partidos políticos, con el agravante en nuestro hormiguero que se trata de una opción vinculada por tradición a la izquierda radical. Por otra parte, el poder político debiera quizá ser cambiado, pues actualmente el máximo poder en nuestro hormiguero recae en el Primer Ministro o Presidente del Gobierno y no en el Rey. Una República es más difícilmente maleable en beneficio del gobierno.

H-238777 le respondió:

—Pero a fin de cuentas el candidato es electo, no por sangre…

Entonces H-239791 insistió:

—Ahí está el quid de la cuestión, entre nuestra clase política dónde encontrarás a algún candidato mejor preparado que el heredero, dime, esta es una cuestión de tecnocracia como la que se demanda para nuestra clase política. Conste que no soy un monárquico convencido pero si rebato la república tal como se entiende en nuestro hormiguero y sobre todo la calidad política que tendríamos, creo que un sistema parlamentario con un jefe del gobierno fuerte y un jefe del Estado con labores fundamentalmente representativas, siempre controladas por el Parlamento es, sin duda, mejor.

Aquella conversación de calado hizo que ambas hormigas se conocieran mejor y se emplazaran para nuevos vínculos futuros.


Frase célebre de una hormiga (Arthur Schopenhauer):”La forma monárquica de gobierno es natural a los hombres como lo es a las abejas, a las hormigas, a las aves migratorias, a los elefantes, a los lobos y a otros animales, todos los cuales designan a uno de ellos para que dirija sus actividades”.

lunes, 2 de junio de 2014

jueves, 22 de mayo de 2014

19. El inversor.

Avanzada la semana, nuestra hormiga que a veces participaba en ambientes de clase media y alta, fue invitada a una cena de empresa en la que los directivos mostraban sus expectativas de crecimiento y sus principales políticas para lograr aquellos objetivos. Allí le presentarían a H-114411, apodado el capicúa, empresario del sector de la construcción con un fuerte patrimonio, alta experiencia, pero sin muchos estudios. Había logrado aquella posición por un cúmulo de negocios soportados en la revalorización del suelo donde fabricaba hormigueros, a través de sus amistades políticas. Sagazmente, decidió ponerlo a prueba, tras las oportunas presentaciones y unas copas, para valorar si podría considerarlo como el inversor que buscaba para su equipo. Entonces, le dijo:

—¿Estás interesado en política, y en sus ideologías?

H-114411, no dudó en contestarle:

—No debes interesarte por la política, ha de ser ella la que se interese por ti, respecto a las ideologías estamos en un tiempo en el que se tornan desfasadas y si intentas tomarlas en serio acabarás perdiendo todo interés, y lo que es peor, los políticos lo perderán por ti.

H-239791 insistió:

—Entonces, tus amistades políticas en el poder, ¿son interesadas?

—Entiende amiga, —contestó— que en esta vida todo circunda el interés, para un político es el interés público y para un empresario el de su organización. Al primero le irá bien si consigue hacer ver a sus electores que lucha por sus intereses, a un empresario le irá bien si consigue que sus accionistas mejoren sus beneficios, todos ganan. Si bien, siempre he creído que para ser político en la actualidad una hormiga lo tiene más difícil que para lograr dirigir una empresa pues debe convencer a más hormigas con resultados menos tangibles.

—Estoy de acuerdo con lo que dices, creo que podremos hacer negocios juntos en el futuro pues quiero luchar por el interés general con un nuevo modelo –dijo H-239791-.

—Está bien, pero no te confundas, en esa posible alianza tendré que tener muy claros los beneficios para mi empresa para poder apostar por el interés de tus electores.

—Lo he entendido —replicó.

Y siguieron tomando copas hasta bien entrada la noche.

miércoles, 16 de abril de 2014

18. El economista.

H-239791 pensaba cómo llegar pronto a la vida política, sólo encontró un camino factible, cambiar el sistema desde adentro. Una vez en lo más alto, podría cambiar desde la política. De esta forma, estudió todas sus posibilidades para avanzar. Habría de mostrarse como una hormiga formada, culta… Pero, sin duda alguna, lo más necesario era no mostrar ninguna debilidad para ser atacada por sus oponentes, no debía tener escrúpulos, presentar un entorno familiar protegido, manejar a los medios de comunicación y conocer a sus adversarios.

Con estos medios y su posición, se propuso entrar en política, conformando un equipo en el que debía contar al menos con un economista, un inversor y un periodista.

Entonces le presentaron a H-210710, Economista con ambición que perseguía un solo objetivo que le inculcaron a fuego en la universidad: “maximizar su beneficio”.

Con habilidad política lo preparó para interrogarle sobre su postura ante un tema de actualidad, y entre copas le asestó la siguiente cuestión:

—¿Crees que es posible un hormiguero sin diferencias y con empleo para todos?

H-210710 sin dudarlo respondió:

—Amiga, eso son dos preguntas que intentaré responderte. A la primera te diré que no, pero en cambio a la segunda te diré que si. Las diferencias existen para todas, desde nuestro nacimiento, y perduran pues en nuestra sociedad están instalados conjuntamente los efectos de clase y mérito que en muchas ocasiones conviven. En pocas palabras, la cuna de la que provienes, más los estudios que incorporas tienen alta relación con lo que al final puedas ser. Por otra parte, en cuanto a la segunda, el número de empleos puede aumentarse o reducirse, solo se precisan fórmulas para ello…, a una hormiga se le puede pagar incluso por que mire a otra, si eso es lo que conviene…

—Bien, y si no te permiten crear más empleos…

—Entonces, —le interrumpió la economista- repartes el trabajo de los que quieras entre los que consideres, o les facilitas buscar empleo en otro hormiguero.


—Eres sagaz, me gustaría que en el futuro hiciésemos negocios juntos, —respondió H-239791.

miércoles, 2 de abril de 2014

17. El regreso

Se había acostumbrado a vivir allí, pero sus raíces le recordaban siempre a su nido en el hormiguero de nacimiento. En él había iniciado su formación y tenía su familia. Soñaba desde larva con llegar a la política y poder ejercer en su hormiguero. Por eso aquel día no dudó en presentarse para un puesto de director de formación en la cadena de recolección que ofrecía la empresa donde trabajaba en su antiguo hormiguero. Parecía hecho a medida, diseñado para ella,… sus contactos hicieron el resto.

Una eternidad había transcurrido fuera de su hormiguero, lo suficiente para sentirse extranjero en su tierra y que la nostalgia no dejase ver la hiriente realidad. El trabajo no era suficiente y los envíos de hojas al exterior diezmaban las posibilidades del hormiguero. Los políticos no innovaban y las dos fuerzas principales ya no se diferenciaban salvo en los rostros de un puñado de dirigentes.

H-239791 era ya una hormiga madura, formada y conocedora de otros sistemas, quería solventar el problema, pero no sabía cómo empezar, quizá necesitaba más información sobre la economía y sociedad del hormiguero, por ello no dudo en aprovechar su cargo directivo para acercarse a la élite social.

Pronto se rodeó de grandes contables, directivos y políticos, observando como utilizaban las leyes para enriquecerse, la connivencia para lucrarse aún más, la experiencia para chantajear a los subordinados y el poder para buscar el respeto que de otra manera nunca habrían ganado… 

jueves, 13 de marzo de 2014

16. El voto

Casi estaba listo para su aventura hacia el séquito, pero a H-239791 le interesaba conocer para qué el voto. Con gran expectación se hizo el silencio y la gran hormiga experta dirigiéndose a nuestra hormiga, dijo:

— El voto es el argumento del sistema. Cuando alguna de vosotras pone una papeleta en una urna, está formando y cerrando el sistema político. Pero, ¿os habéis preguntado alguna vez, cuánto realmente de vuestra decisión va en la papeleta?

Fijaos que en los sistemas políticos de nuestros hormigueros las opciones se reducen a unas diez, en el mejor de los casos, pero sólo dos de ellas pueden realmente aspirar al poder. El voto se adscribe a un partido político del que realmente sólo se conoce a un puñado de dirigentes y, a duras penas, al que se alzará con el poder como presidente, que formará gobierno primando para ello un conjunto de intereses, que no han de suponer necesariamente formación o valía profesional.

Además, cuando votamos, ejercemos un derecho. Entonces, nos sentimos bien, pues imitamos al resto, el voto sólo cuenta con la garantía de unas siglas, con un programa que se soporta en continuar con aquello que nos dictan desde fuera, y fundamentalmente cambiar aquello que no gusta a un partido pues lo hizo su oponente cuando gobernaba. Si el programa se desvirtúa o se incumple, no hay problema, nadie pagará por ello. El partido es el inmenso agujero entre representantes y representados, facilita el distanciamiento, y dificulta que el votante pueda exigir responsabilidades al representante por incumplimiento de programa, que por otra parte tampoco nunca fue legalmente pactado.

El voto de los partidos minoritarios se diluye en los sistemas electorales que reparten sus representantes por pequeñas áreas territoriales, complicando las posibilidades de representación.

— Entonces, si quiero mostrar mi rechazo al sistema, sólo me queda la pataleta, o el voto en blanco… —comentó H-239791.

— No, —replicó— el voto en blanco se contabiliza como voto emitido, como si del ‘partido político blanco’ se tratara, formando de esta manera una nueva minoría, que hará más fácil a los grandes partidos obtener sus representados. Si quieres formalizar una queja hacia el sistema deberás votar y que tu papeleta sea nula, por ejemplo a un partido inexistente, o abstenerte… Pero estos comportamientos llamados ‘antisistema’ son todavía minoritarios y no tienen un efecto arrastre suficientemente importante, ni espero que lo tengan —añadió la experimentada hormiga.

El silencio se hizo y una vez más la singular oradora, jugó con los tiempos, sin más, apuró su copa y salió de la sala sin mediar palabra.

Para nuestra protagonista aquel diálogo propició una nueva forma de entender la política, desde el que comenzaría a labrar su futuro.

Frase del autor: “Hoy en día el ciudadano, si quiere serlo, está condenado a elegir entre unas siglas a quien va a dirigir su rumbo por unos años, creyendo conocer algo de él, incluso de lo que pretende hacer…, olvidando que sólo eligió unas siglas”.

viernes, 21 de febrero de 2014

15. Los partidos políticos

Estaba aprendiendo rápido, las continuas conversaciones con H-020083, el emérito político retirado, le estaban haciendo comprender el sistema del hormiguero.

Una tarde tras su trabajo junto a una hoja de café surgió la pregunta:

—¿Para qué un partido político? ¿Es necesaria esta estructura?

—Es básica, —le replicó sin dilación H-020083—. En un hormiguero con tanta población precisamos una estructura que aúne ideologías y responda a las reglas del juego que nos hemos dictado, realizando campañas electorales, proponiendo listas de candidatos al poder, asignando cargos,… legitimando el sistema.

—Pero entonces, a dicha estructura ¿habrá que proveerla de recursos para realizar todos esos cometidos? ¿Será como una empresa?, me explico, para hacer todo lo que dices tendrá gastos, luego deberá conseguir beneficios para subsistir y eso una organización que representa el interés público ¿cómo lo hará?

—Creía que eras más lista, —volvió a replicarle—, se comienza por los propios representados, son muchos y la base, convirtiéndolos en afiliados y haciéndoles pagar una cuota para que sus demandas si el partido alcanza el poder sean conseguidas, fácil si tenemos en cuenta que todos son similares y esperan soluciones parecidas. Luego vendrán otros actores para aportar más dinero al partido esperando que se les devuelva cuando se llegue al poder…

—Pero, ¿Cómo?

—Si se trata de personas, querrán alcanzar alguno de los puestos que habrá que proveer, si son empresas o instituciones habrá que devolvérselos en contratos para la administración, alterando concursos…

—En una palabra, corrompiendo el sistema… —dijo nuestra joven hormiga.

—No es así, se trata de hacer las cosas basándose en la confianza… Esa es la palabra adecuada. ¿Cómo llegaste al puesto laboral que desempeñas H-239791?

Nuestra hormiga enmudeció, se dio cuenta que ya formaba parte de la estructura social de clase media, y sólo tendría que seguir ‘confiando’ para alcanzar nuevas metas.

Pasados unos segundos, planteó una nueva cuestión:

—Pero los afiliados, las bases del partido ¿cómo se saben representados por un partido político, cómo se legitima el sistema?…

—Sabes, estoy muy cansada, mañana hablamos de ello, pero esta noche piensa en el voto…

Frase célebre de una hormiga (Noel Clarasó): "Política es el arte de obtener dinero de los ricos y votos de los pobres, con el fin de proteger a los unos de los otros".

viernes, 24 de enero de 2014

14. Neuronas espejo.

Impaciente, había esperado aquella noche casi sin pegar ojo, para que le revelaran más y más incógnitas. En su cabeza, no había otra pregunta: ¿Por qué tenemos comportamientos iguales?

La joven hormiga llegó a la cafetería apenas cuando abrían, con aquella ansia de aprender. Sabiéndose esperada, la emérita y conservadora hormiga, acudió, por su parte, más tarde que nunca, con la paciencia que sólo da la experiencia. En el ambiente se respiraba expectación y nervios. Dirigiéndose a todas dijo:

—¡Ves lo que has hecho H-239791! —exclamó dirigiéndose a ella.

—¿Qué he hecho? — preguntó con voz entrecortada.

—Todos están nerviosos y expectantes por tu causa, has contagiado tu malestar.

Entonces comenzó a reír sin parar como nunca le habían oído. Las otras hormigas dudaron en un primer momento, pero eran tales las carcajadas que al minuto la cafetería se transformó en uno de los mejores teatros cómicos del hormiguero.

Una vez más sorprendió a todas, cortó su risa y miró desencajado al infinito, automáticamente se hizo el silencio.

Entonces dijo:

—Ahí tienes tu respuesta, las hormigas de ciencia lo justifican con lo que llaman ‘neuronas espejo’ o empatía. Yo prefiero llamarle comportamiento de imitación social, vemos al otro más allá de su rostro contagiándonos de sus sentimientos y cuantos más individuos más clara es la imitación, convirtiendo la conducta individual en social. De esta forma, una hormiga ha de ser muy fuerte, emocional y personalmente, para resistir el llanto en un duelo, la risa en un espectáculo cómico, o sus ideas ante un foro adverso en el que le son debatidas o incluso erróneamente contrariadas. Por ello, esa es la clave, mi pequeña: ser fuerte y dirigir a los otros, simplemente desde tu comportamiento. Para el político es vital este manejo, con el alimento de las ideologías en cualquier mitin rodeado de seguidores, puede conseguir votos simplemente por su carisma, el resto es cosa de los asesores de imagen, pero todo ha de estar dispuesto para ello.

—¡Increíble! susurró H-239791, ante los aplausos contagiados de todos los contertulios de la cafetería.

Frase célebre de una hormiga (Aristóteles): “El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano (bestia) o más que humano (dios)..."

viernes, 17 de enero de 2014

viernes, 10 de enero de 2014

13. Buscar el centro

Y entonces pasó que tomando una hoja de café, conoció a H-020083 un eminente político ya retirado del séquito, con convicciones conservadoras que estaba dispuesto a formarle en asuntos de política. H-239791 quería aprender y quedaron en mantener conversaciones sobre diferentes temas todas las tardes. Sería tedioso escuchar todas las cuestiones que circularon en aquella cafetería, pero si que permitidme recoger algunas de las más interesantes.

El gran político quiso dejar claro desde el principio que la política como la economía es una cuestión social, por lo que es necesario conocer como funcionan los hormigueros para poder controlar lo mejor posible los mismos. En estas estaban cuando le planteo a la pequeña el dilema del centro, que se resumía con la frase: ‘si uno quiere triunfar en economía o política siempre ha de buscar el centro’. Así dijo:

—Las sociedades tienen comportamientos similares a un gran individuo, dicho de otra forma, la mayoría tiene una igual postura ante los problemas. Por ejemplo, te diré que una hormiga estaba resuelta a invertir en un negocio de helados en una playa, no había ningún otro vendedor. ¿Dónde piensas qué instaló su puesto?

—No tengo idea, supongo que en el centro de la playa, junto a los accesos —contestó H-239791.

—Bien, es cierto, lo hizo en el centro de la playa, donde más hormigas serían fácilmente atraídas. Pero, cerca del agua, pues la demanda está en las hormigas que ya están en la playa, tumbadas al sol, descansando. Le iba muy bien y pronto otra hormiga pensó hacer lo mismo, vender helados en aquella misma playa, ¿Dónde crees que debería poner su puesto?

—Lejos de la otra hormiga, —dijo la pequeña segura de su respuesta.

—No. Lo debe poner junto al otro puesto y fomentarán el negocio para ambas repartiendo la demanda, si lo pone en un extremo de la playa, las hormigas del centro y del lado opuesto no caminarán hasta él, por lo que el máximo beneficio lo obtendrá siempre junto a la primera. En política es lo mismo, aunque existan ideologías de izquierda y derecha, en la democracia actual con sociedades tan populosas e igualitarias uno debe posicionarse en el centro, y los principales rivales por el poder tendrán acciones muy similares que posteriormente en competencia tratarán de diferenciar. Si no me crees mira a tu alrededor y observa las democracias de los hormigueros que conoces, verás como son dos fuerzas las que habitualmente pugnan por el poder con estrategias que se acercan al centro, a lo normal…

Rápidamente preguntó: —¿por qué son iguales nuestros comportamientos?

Pero, la emérita política respondió serenamente: —eso es otra cuestión, será otro día cuando intente resolverla…

Translate