H-239791 pronto perfeccionó el idioma del nuevo hormiguero. Cuando el sol se ocultaba solía cenar con H-111791, hormiga supervisora general de la cadena de recolección, delegada sindical y miembro de un partido progresista, es decir, de la casta del séquito de la Reina en el nuevo hormiguero, si bien, en la parte baja.
Pronto surgió una amistad que propiciaría que nuestra hormiga dejase de cortar hojas en primera línea, pasando a supervisar la línea media de recolección de semillas. La noche antes de su nuevo puesto se reunió con su amiga para celebrarlo. Cuando pasaron dos copas y la conversación se desordenó sin trabas aconteció el siguiente diálogo, H-239791 dijo:
— Tengo que darte una vez más las gracias por valorar mi trabajo y considerar mi petición de promoción.
— Para que están los amigos, fue fácil la elección —contestó sin dilación H-111791.
— ¿Tan malas eran las otras hormigas que aspiraban al cargo?
— No lo sé, si te soy sincera no tuve ocasión ni de leer sus curriculums. Mi opción estaba tomada.
Tras un largo silencio, la joven continuó.
— Pero, entonces, fui elegida ‘a dedo’, por amiguismo…
¬— No lo tomes así, realmente esta forma de contracción se basa en lo que en las altas esferas denominamos ‘mentoring’, para mi es mejor tener un subordinado de confianza sobre el que puedan recaer responsabilidades. Alguien que me libere de cargas para a la vez hacer méritos y continuar su escalada, es así como se hace pequeña, ¿qué pensabas?
— ¿Y el resto de compañeras? — preguntó angustiada.
— Algunas aprenderán que con afiliarse a un partido o sindicato no está todo resuelto, deben ganarse la confianza de su superior y al tiempo ser buenas en su trabajo, pero sobre todo lo primero. El resto nunca aprenderán, aunque se esfuercen en ser las mejores, siempre serán hormigas necias, sin aspiraciones…
Siguieron bebiendo hasta bien adentrada la noche, H-239791 estaba madurando a golpe de secretos bien guardados por los hormigueros.
Frase célebre de una hormiga (Indira Ghandi): “Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: las que trabajan, y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí”.
Pronto surgió una amistad que propiciaría que nuestra hormiga dejase de cortar hojas en primera línea, pasando a supervisar la línea media de recolección de semillas. La noche antes de su nuevo puesto se reunió con su amiga para celebrarlo. Cuando pasaron dos copas y la conversación se desordenó sin trabas aconteció el siguiente diálogo, H-239791 dijo:
— Tengo que darte una vez más las gracias por valorar mi trabajo y considerar mi petición de promoción.
— Para que están los amigos, fue fácil la elección —contestó sin dilación H-111791.
— ¿Tan malas eran las otras hormigas que aspiraban al cargo?
— No lo sé, si te soy sincera no tuve ocasión ni de leer sus curriculums. Mi opción estaba tomada.
Tras un largo silencio, la joven continuó.
— Pero, entonces, fui elegida ‘a dedo’, por amiguismo…
¬— No lo tomes así, realmente esta forma de contracción se basa en lo que en las altas esferas denominamos ‘mentoring’, para mi es mejor tener un subordinado de confianza sobre el que puedan recaer responsabilidades. Alguien que me libere de cargas para a la vez hacer méritos y continuar su escalada, es así como se hace pequeña, ¿qué pensabas?
— ¿Y el resto de compañeras? — preguntó angustiada.
— Algunas aprenderán que con afiliarse a un partido o sindicato no está todo resuelto, deben ganarse la confianza de su superior y al tiempo ser buenas en su trabajo, pero sobre todo lo primero. El resto nunca aprenderán, aunque se esfuercen en ser las mejores, siempre serán hormigas necias, sin aspiraciones…
Siguieron bebiendo hasta bien adentrada la noche, H-239791 estaba madurando a golpe de secretos bien guardados por los hormigueros.
Frase célebre de una hormiga (Indira Ghandi): “Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: las que trabajan, y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí”.