lunes, 25 de diciembre de 2017

¿En Cava vieron al rey? 2018 precisará de espíritu navideño.

Después de unos días de asiento nada tranquilos, pues hemos tenido la lotería, el clásico y el mensaje del Rey, veamos junto a la hormiga qué ha pasado en Cataluña.
 
Leía ayer que en Cava, municipio de Lérida en el Alto Urgel, tan solo un vecino votó al bloque "constitucionalista", concretamente al PPC, de un total de 44 votantes, nueve se abstuvieron quizá por la edad, y el resto votó a los tres partidos independentistas. En el otro extremo, muchas de las ciudades de la provincia de Barcelona aupaban a C's y en algunas los independentistas no lograban ni un cuarto de los votos. La primera conclusión es que el voto urbano no quiere oír hablar de independencia, siendo Gerona y Lérida los principales feudos nacionalistas, eso si excluyendo el Valle de Arán.
 
Pero el sistema es cómo es, con circunscripción provincial y ley d`Hont, de tal suerte que la mayoría parlamentaria continúa asentada en el independentismo, con 70 diputados  de los 135. Pero si somos realistas y queremos extrapolar resultados a un hipotético referéndum, tenemos poco avance a pesar del 82% de participación, sobre 2015, pues quedaron definidos claramente dos bloques: el constitucionalista formado por C's+PSC+PPC+R0 con 1.899.290 votos, versus el independentista que aúna a JxCat+ERC+CUP con 2.063.381 electores, por otra parte, en el aire contamos con unos 360.000 votos de los Comunes y PACMA, que todos suponen que ante la disyuntiva mayoritariamente serían contrarios a la independencia, pero con 160.000 votos de partida a favor de estos, nos hacen pensar que la consulta estaría muy apretada, no ayudando mucho a definirse en ese sentido declaraciones y actuaciones como las de Colau frente al 1-O.
 
En este dilema, Inés ganó claramente las elecciones, pero no podrá construir un gobierno autónomo en una situación de enfrentamiento de bloques. ¿Y quién podrá? es mi pregunta, pues antes del 23 de enero se constituirá el parlamento autónomo y el 6 de febrero sería el primer debate de investidura. ¿Volverá Puigdemont?... y una vez encarcelado ¿podrá asistir a la cámara?, ¿lo hará por videoconferencia?, ¿los diputados imputados del independentismo podrán votarle?, ¿Inés podrá presentar una alternativa y ganarla en segundo debate o posteriores?
 
Como decía nuestro monarca en Nochebuena, el ambiente de crispación y de bloques no ayudará, pero debe evitarse el bucle de la marmota independentista y también el del 155, aunque ya se nos ha recordado que es la respuesta adecuada ante una postura que pretenda avanzar de nuevo desde la unilateralidad, también decía el monarca que debemos valorar el Estado que hemos creado entre todos los españoles, conociendo sus valores y admitiendo cambios de consenso y "actualizaciones". Es este nuestro último escollo, el del discurso territorial y plurinacional, para salir finalmente de la crisis, inmejorable caldo de cultivo donde se forjó el "España nos roba", y que aún tras el 21D ha sabido mantenerse a pesar de las más de 3.000 empresas exiladas y la caída real del turismo.
 
Cuando todo apuntaba a una recuperación consolidada en 2018, este nuevo año viene colmado de preguntas y de indecisiones que no agradan a los mercados, ni al turismo extranjero, ni a la situación institucional europea, ni a los intereses de los partidos españoles que se preparan para las autonómicas y municipales del 2019.
 
De algo estoy seguro, que a la hormiga no le faltarán secretos por descubrir en este ejercicio, ni opiniones que expresar.

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PD: La hormiga H-239791, deja su mensaje navideño en el blog del secreto del hormiguero. Feliz año 2018 a todos los lectores.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Una comida de "empresa" para POLÍTICOS


Llegan los últimos días del año en el hormiguero, resultando habituales las comidas entre compañeros de oficio dónde el balance del ejercicio siempre cobra protagonismo. Pero en política,  siempre defensores del diálogo, son diversas las escusas para que los comensales no compartan mantel.

Se me ocurrió, como tema de mi columna, plantear una comida institucional sobre ordenación del territorio en nuestro país. ¡Qué locura!

El primer escollo serían las invitaciones y comensales, con Rajoy como anfitrión en La Moncloa, ¿deberían asistir los representantes de Ceuta y Melilla?, si el tema es demasiado importante lo mismo creamos un agravio internacional con Marruecos, si por el contrario, no tiene importancia, se ofuscarán los de las regiones históricas.

Después, ¿cómo los sentamos? el protocolo marca que el orden es el de la antigüedad del Estatuto y su preexistencia, por tanto son Euskadi y Cataluña los que se situarían a ambos lados del anfitrión, pero con la que está cayendo esta semana, o mejor todo el año, no sé si se atreverían. Por cierto, ¿a quién ponemos en Cataluña?, ¿a Soraya o invitamos a Puigdemont?... de paso lo llevarían derecho a Estremera si se presenta, aunque como reconoce hasta Junqueras parece que le guste esconderse. Resulta pues complejo.

Supongamos que hemos salvado todo ello, que ya es salvar, dando paso a los platos. En los entremeses ¿de dónde ponemos el jamón y las gambas?, y ¿el vino y el queso?, ¿qué denominación de origen no levantará ampollas?, quizá si lo ponemos variado y no falte ninguna nadie se moleste, o entonces demos pie a comparaciones y notables broncas.

El primero, tras las primeras conversaciones, un bacalao que lo traerían desde Bilbao, quizá porque el 'concierto' lo permita, quizá queriendo buscar su beneplácito, ya que el presupuesto de la comida hubo de aprobarse y la oposición se mostraba reacia a tal dispendio al que no fueron invitados, aún en beneficio del diálogo. Por cierto, parece que el clásico y el pasillo al campeón del 'mundialito' serían los ejes fundamentales del posible debate en la comida, ni tocar los últimos audios del 'Govern', las encuestas para el 21D, y menos aún las competencias o la financiación. Del segundo plato darían cuenta con una ternera gallega, para calmar la transferencia de la AP-9 que demanda Feijoó. Como tema de la tertulia por fin el balance del año, pero rápidamente drenado por el protagonismo de Cataluña, aunque cada uno sacando pecho sobre sus modelos de gobernabilidad, pronto todos silenciados por el conjunto de vinos o por sus corruptelas, no señalaré a ninguno. Los postres llegarían con un anuncio del Presidente de apertura sobre la revisión de la Constitución, para crear apetito, los dulces sabrían a poco..., pero pronto habrían de calmarse los ánimos con una frase del anfitrión aplazándolo para la próxima comida o legislatura, lo que antes aconteciera.

Por último, el pago de la cuenta. Entrando a la sala, Montoro reclamaría a cada comensal lo propio con la indignación de vascos y navarros, y la desaparición efectiva del 'Govern', seguida del 'café para todos' en la cafetería de la calle de enfrente, haciendo un 'SINPA'..., y Rajoy, sólo, llamando a Europa para ver si nos admiten un punto más de déficit.

¿Aún queréis una comida de empresa de políticos a nivel territorial? 

¡Feliz Navidad a todos!, desde el blog de "el Secreto del Hormiguero".


domingo, 10 de diciembre de 2017

Desconexión difícil con Trump... y nuestros políticos

Encontré un fantástico amanecer
Quería respirar, abrazar a los míos, desconectar con amigos, haciendo esas cosas tan importantes para las que no necesitas un móvil, WIFI o una computadora, sólo un buen libro, la familia con sus novedades, una buena compañía para conversar, envidar a grande, reír mirando un seis doble, paladear un buen vino, rematando todo ello con un entorno en el que no tengamos más necesidad que sentir un amanecer, buscar historias en aguas agitadas o mirar el silencio.

Casi lo consigo.

Pero el día que conmemorábamos nuestro nuevo bagaje constitucional, algunos se empeñaban en querer romper con todo lo realizado, otros volvían a violentar nuestros símbolos, y es que hay muchas formas de violencia, los más pedían reflexión y análisis, y uno que seguía fugado tras su golpe hacia nuestras instituciones. La noche dejaba una buena serie en la primera sobre Torcuato Fernández Miranda, quizá algo sobrevalorado desde mi perspectiva, pero sin duda reconociendo a un gran estadista, busquen algunos de los políticos el significado de ese apelativo, que ni conocen.

Pero lo peor acontecía en la mañana, en que acostumbro a escuchar noticias matinales, Trump trasladaría la embajada de USA desde Tel Aviv a Jerusalén reconociéndola como capital hebrea, ya lo había anunciado en su campaña electoral, como lo del cambio climático o el muro de México. Su empeño ya es creíble y el cambio de balanzas internacionales en el que se ha inmerso es muy peligroso, ese pequeño país y su desacuerdo con Palestina es el principal problema no resuelto de la Segunda Guerra Mundial que al tiempo ha originado más conflictos armados a escala mundial. Siempre surgen así, casi desde la nada, la historia parece elegirlos para hacer lo que nadie espera que hagan. En apenas un año ha desestabilizado gran parte del estado internacional de las cosas, 'statu quo', es hora de tomarle en serio, este no es un visionario separatista que juega a 'estos nos roban' y a 'aquellos no nos quieren aunque saben que somos mejores', es el hombre con más poder en el trono del mundo, empiezo a creer que si le dejan continuar hará pagar el muro a los mexicanos.

Y siguió la semana con el inicio de la campaña oficial catalana, como si no tuviésemos mejores cosas que hacer. La nueva dialéctica entre el separatismo y soberanismo ocupa todas las 'políticas' que se ofrecen, las dichosas encuestas aprietan los resultados y consiguen el efecto contrario para el que podían servir. Malos tiempos para la cosa pública, olvidando la gestión, el progreso de la ciudadanía, la dimensión social del empleo, los problemas de educación, sanidad, seguridad y bienestar, la persecución de corruptelas, ya no se habla de nada de esto, pero lo peor es que parece no interesar ya a nadie. 

Pero saben algo, mi hija mayor ha aprendido a jugar al mus, y en ocasiones lo hizo mejor que sus maestros. Siento vértigo y algo de miedo por el mundo que le espera, será que nos estamos volviendo asociales.  

Ahora voy a seguir preparando la Navidad, poniendo luces, o bueno quizá compraré todavía algún décimo de lotería a medias, seguiré conectado con mis vecinos, alumnos, amigos, familia,... intentando colaborar en sus vidas.    

Sobre ellos, y sobre él, muchos de nuestros políticos que no nos dejan avanzar en lo realmente importante, alguna frase de ese libro con más de 400 años, que siempre llevo conmigo: "Cada uno es como dios le hizo, y aún peor muchas veces" (Miguel de Cervantes).

domingo, 3 de diciembre de 2017

De cumpleaños constitucional: ¿A los 39 no sirve?

Han pasado 39 años desde que la Transición culminaba un 6 de diciembre en un referéndum con la ratificación de un texto constitucional por y para los españoles, con el que recibíamos la democracia por la puerta grande.

El texto fue elaborado por siete diputados de diversas fuerzas políticas, por cierto dos de ellas catalanas y votado en el parlamento a favor por una amplia mayoría, en concreto 325 de 345 asistentes, habiéndose abstenido otros 14. Luego la refrendaron los españoles con una amplia mayoría, casi el 90% de los que votaron. Planteaba como sistema la monarquía parlamentaria bicameral, un estado social y democrático de derecho (social, pues se recogen las ideas de igualdad y libertad; democrático, ya que el poder emana de la soberanía nacional de todo el pueblo español), la división de poderes y la organización territorial que era de facto pro-federal animando al neo-regionalismo, determinando la agrupación, en muchos casos posterior, en 17 comunidades desde las provincias, más dos ciudades autónomas.

Para su composición se tuvieron en cuenta muchos de los hechos históricos y tradicionales del constitucionalismo español, así como del europeo. Sin ánimo de exhaustividad, se tuvieron en cuenta especialmente tanto la situación constitucional del 31 como la ley Fundamental de Bonn (Alemania) para muchas de las cuestiones regionales, como el ahora famoso art. 155. Entre las cuestiones históricas, destacable es su rigidez, puesto que arma un sistema de revisión/cambio con fuertes mayorías, quizá temiendo con buen criterio nuestra volubilidad política tradicional, soportada en un interés que dista de lo público en muchas ocasiones. En su defensa diremos que desde el poder judicial se contempla una dilatada interpretación de este marco desde el Tribunal Constitucional.

El efecto tras estos años ha sido un progreso sin antecedentes y un avance territorial hacia un país claramente descentralizado. Sin embargo, las voces de reforma son ahora más altas, aunque las quejas apuntan no tanto al cambio constitucional como al de sistema político. Es decir, que al menos observo tres formatos en su solicitada renovación:
  1. La continuista, que persigue huir de los cambios manteniendo al Tribunal Constitucional como desarrollador del marco establecido en el 1978, realizando algún cambio menor si el orden político lo exige, como el de la sucesión en la corona, por ejemplo.
  2. La reformista, que trata de cambiar los fallos del sistema vislumbrados en el tiempo manteniendo en esencia el mismo orden, en este caso, se dirigen a adaptar el papel del Senado, revisar la representatividad del Congreso, una ordenación territorial igualitaria en cuanto al fin de privilegios de determinadas comunidades, la revisión de la entidad local y su administración, del funcionamiento del gobierno... para lo que buscan la vía de la reforma por el procedimiento ordinario  (art. 167).
  3. La rupturista, que persigue un cambio de sistema soportado en el texto en lo referente a su esencia, delimitada en parte por la propia constitución en el art. 168. En este caso, es la soberanía nacional, permitiendo la autodeterminación de una parte del Estado, la monarquía, el ordenamiento territorial asimétrico, o los derechos y libertades de los ciudadanos, lo que está en juego.

Si me preguntan sobre ello diré que cambiar rompiendo no significa progreso, por lo que no creo que sea buena para nuestra sociedad actual la tercera vía política, y que el conocimiento de la Carta Magna es necesario para todos, quizá sería bueno regalar de nuevo un ejemplar para todos los españoles como se hizo en aquella Navidad. 

Una cosa más, promete mucho la nueva serie histórica que se estrenará el día seis en la uno sobre Torcuato, yo la veré "De la Ley a la Ley". 

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