martes, 18 de febrero de 2020

Las patatas de la España ‘vaciada’


Cuando no sabes, debes escuchar y atender de la experiencia, de esta forma la hormiga dando vueltas por el hormiguero entrevista para aprender de los que cada día se enfrentan a una realidad de maximizar producción con costes que no paran de crecer, a precios estancados por intermediarios y grandes superficies.

Desde la cultura de un país agrario en el pasado y una región aún dependiente del sector primario, siendo urbanita, me cuesta entender como una malla de tres kilos de patatas cuesta 4 euros en el ‘super’, quizá más aún, si echo la vista atrás y recuerdo mi pasado rural, como hace muy pocos años comprándola al agricultor del pueblo directamente por ese precio tenía un saco de 50 kilos, eso sí, quizá con un poco de tierra. Pero lo que aún me cuesta más es explicarles, a mis hijas, que son un tubérculo, y que el agricultor sigue percibiendo por producir esos tres kilos, con suerte, unos 60 céntimos. Aunque alguien las lavó para mí y les puso una bolsa de plástico con una foto en dónde se habla de sostenibilidad y ecología, nos hemos vuelto locos y mis hijas, claro, no lo entienden.

Algunas cosas que me han quedado más claras, hablando del tema, es cómo en estos últimos años de europeísmo hemos sido testigos mudos de una PAC que subvenciona pero de forma desigual, premiando a las grandes propiedades, a un sistema que busca maximizar producción ante oligopolios que marcan el precio, que provocan el exceso de consumo de agua, esa que se nos va a Murcia, fertilizantes, sulfitos, amarrando corderos en granjas para que engorden más aprisa, pudiendo entonces cobrar unos 40€, con un margen de apenas 3 kilos de patatas, pollos en jaulas o cerdos apiñados en macro-granjas, cebados a embudo.

El agricultor cuenta a su favor con un sindicalismo poco especializado, sin estrategias para enfrentar a las distribuidoras, que son las que marcan el precio dejando márgenes mínimos, cooperativas que poco a poco ceden ante el nuevo mercado de las grandes empresas, y mientras, desde la ciudad nos marcamos horizontes de sostenibilidad, e incluso estrategias sobre la España agraria, ahora ‘vaciada’, ante la que los propios agricultores claudican como última generación.

Los costes soportados siguen aumentando, pero los precios siguen controlados por intermediarios y grandes superficies, las inspecciones de trabajo hacen inviables prácticas cotidianas en cualquier otro sector, provocando la renuncia de muchos pequeños agricultores a continuar con su producción.

Algunas cuestiones pueden cambiarse y pocas salidas se ofrecen salvo la tan de moda fuerza bruta en revueltas, que, por cierto, tan buenos frutos le ha dado al independentismo al que se le saca de la cárcel impunemente y se le permite fijar criterios de gobierno en una mesa, pero esa es otra historia, ¿no?

Veamos el foco del problema, busquemos soluciones con otro tipo de economía, seamos de una vez sostenibles. El campo agoniza, al igual que el mar, y no se soluciona cobrando las bolsas de plástico al consumidor final.

PD: Dedicado al trabajo de tantos agricultores, entre ellos a mi amigo Benito.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Amanece que no es poco, en 2020



En la política española es un título premonitorio, ya que la actualidad parece estar plagada de hombres primarios que ejercen la defensa de la “cosa pública”. ¡Cómo si no! puede anunciarse a bombo y platillo ciertos diputados que no irán a trabajar al Congreso nada más que cuando lo estimen oportuno, y se pueda cobrar por ello. ¡Cómo entender! encuentros fortuitos en las pistas de Barajas en la madrugada que eviten crisis diplomáticas, con personas que no deben transitar en territorio español por su carencia democrática. ¡Cómo pensar! que son mejores 23 ministerios en los que se han nombrado a su vez más cargos de confianza para organizar las mismas competencias. ¡Cómo explicar! el concepto de educación, por parte de algunos, habilitando límites al currículo escolar amparados en el libre albedrío de padres, si de igualdad o sexo se tratara. ¡Cómo valorar! el traje habilitante de “coronavirus institucional” para algunos ministros republicanos, ahora en el poder, que aplauden al inicio de la Legislatura al Jefe del Estado. Pues sí, un poco si, esto parece un Sindiós. 

He dejado tiempo, y todo parece tan surrealista como ver brotar hombres en la huerta para los ojos de Cuerda. Los socios, y ahora sí, socios de gobierno independentistas, marcan la agenda en Moncloa, exigiendo sus condiciones a la primera de cambio de “actitud” de Sánchez ante la mesa de diálogo bilateral que presidirá un inhabilitado Torra en igualdad de condiciones para exigir amnistía y autodeterminación, utilizándola más allá de lazos amarillos en su nueva campaña electoral para la que se reserva el día, mientras un fugado ex-president exige petición pública de perdón por el 155 al gobierno de España desde Bruselas, ahora como eurodiputado. Me temo que esa mesa irá frente al gobierno de España, en el interés de JuntsxCat buscando el alarido y rotura con rufianes.

Gran Bretaña ahora  se marcha del club de los 28, pero ojo, no del todo, ni de cualquier forma,… tengamos fe, mientras se reaviva nuevamente el gran peaje de este divorcio para británicos, que Escocia quiera la independencia para continuar siendo comunitario, quizá podría intentar la misma cuestión Gibraltar, aunque seguro con otras condiciones fiscales, o la misma Cataluña. Ese club que se forjó bajo la ayuda al sector primario y un mercado común de estados, está utilizándose ahora para romper fronteras interiores.

Me detengo en una noticia más, que ofrece esta rara estampa política de los últimos días con el único voto en contra de VOX para el decreto sobre calidad turística en el Parlamento de Baleares, que apelaban a una chapuza soportada en la creación de Comisión y Subcomisión en su artículo 10 con mismos integrantes y competencias, como diría Cuerda: “satisfactorio, satisfactorio”.

Tristes derroteros los de la política en manos de tantos agentes que más parece un arte el de poder gobernar, atendiendo a la que se nos viene encima económicamente, pero todo sea en pro de la derogación de la Reforma Laboral que parece única causa de que en enero el paro se haya paseado de nuevo por nuestra patria.

A mi edad si no lo he aceptado ya, no lo aceptaré, aquello de que me vendan interpretaciones banales de una realidad clara, sigo esperando un gobierno para el interés general, olvidando de una vez el particular de unos y otros, de otra manera propongo que cómo manchegos nos organicemos para obtener privilegios. Para empezar cambiemos nuestro día de la región, adelantándolo al 23 de abril, uniendo todo lo cervantino con aquellos que se nos fueron en Villalar.

Dedicado a la memoria de José Luis Cuerda.

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