viernes, 28 de enero de 2022

La guerra a las puertas de Europa anula a Ómicron




No busquemos más indicadores sobre la dureza o no de ómicron. No busquemos casos de gripe, han desaparecido, miremos los datos de hospitalización, UCIS, en bajada y los de fallecimientos estancados con leve caída, pero sobre todo veamos las tensiones geopolíticas que han vuelto a primera línea a cuenta de un enfrentamiento enconado por más de siete años en Ucrania, donde se miran cara a cara los dos viejos enemigos que reeditan una nueva guerra fría.

Pero entre líneas siempre la economía y el poder de "los hormigueros", las materias primas, en este caso, la vuelta al gas y gaseoductos controlados por Rusia, el petróleo que sigue encareciéndose y el frío que siempre asola las escenas bélicas rusas. Si llega la primavera antes del ataque ruso no se producirá el enfrentamiento, la diplomacia aún tiene algo más de un par de semanas para ser efectiva.

El eje franco-germano históricamente es vital, y hoy incluso vence al lado francés por dos razones: el gas ruso que provoca una mayor dependencia germana y, la salida de Merkel, que acerca el entendimiento a Macron. Sánchez nada o poco tiene que decir, pues España está fuera del juego de poder en Europa al menos desde el siglo XIX y en la OTAN es aún un miembro que lucha por sus plenos derechos, por ejemplo, contar con el apoyo ante un eventual ataque a sus territorios en África. Pero el seguidismo necesario hacia sus aliados nos compromete en el problema del comercio internacional y la inflación. Si Rusia y USA renuncian a sus pretensiones ucranianas tendremos un 2022 que superará el crecimiento del 5% del pasado año. 

Volviendo a Ómicron, nos situamos ya en una semana larga de meseta en bajada, dónde ninguna de las medidas de contención relacionadas con aforos, mascarillas, son ya eficientes al contar con contagiosidad sobre el 5% real en catorce días que llevará el Covid a más de 15 millones de españoles en poco más de dos meses, incluyendo a los asintomáticos, que tienen la enfermedad pero no lo saben. 

Adelantando los números de la endemia, será en dos semanas que veamos el fin de Ómicron en clara bajada, y en unos pocos días más, antes de acabar febrero que renunciemos a la mascarilla en exteriores. No podemos parar más la vida cuando tenemos vacunas que protegen, ahora un tratamiento médico en domicilio, Paxlovid, y un virus que ya no es tan letal como otros con los que convivimos, y seguro hasta casi 10 veces menos que lo era la primera variante de Wuhan. 

La historia y los datos nos dejan una sociedad pos-pandemia que vuelve a buscar el balance geopolítico en donde China sigue siendo el nivelador, pero ahora con mayor protagonismo. Europa se apaga de nuevo sin una clara unidad y el mundo sale de una pandemia de la mano de la ciencia, pero dividida por las farmacéuticas. Es hora de pues de mirar atrás y tratar de no repetir errores, aunque en esto somos especialistas. Respecto al coronavirus es ya la nueva gripe de nuestro tiempo, ahora veremos como se anulan todas las medidas específicas, desde la mascarilla hasta las bajas automáticas para contemplarla como una enfermedad infectocontagiosa más. Siendo positivos debemos reconocer que si que ha sido un triunfo desde la ciencia y la unidad, aunque finalmente las grandes compañías médicas han vuelto a generar fronteras, también en el fin de esta enfermedad, volviendo a la divergencia económica. 

Cuidaos, sed felices y miremos a 2022 como el año de la gran recuperación con el permiso de rusos, americanos y chinos.


miércoles, 19 de enero de 2022

Endemia: "gripalizando la pandemia"



Cuestión de moda, nuevo concepto en los medios, desde el gobierno se nos dice que es hora de pensar en "gripalizar" la pandemia, desde la OMS, sin embargo, parece aún algo precipitada la postura. Pero, ¿sabemos cuál es su significado?

Realmente se trata de abandonar diversas actuaciones en el tratamiento de la enfermedad Covid19 que se circunscriben fundamentalmente a la contención del contagio soportado en la alta letalidad de dicha enfermedad. Podríamos recordar aquí los protocolos de alto nivel en los que debías notificar los contactos cercanos de un positivo y confinarse así como testarse inmediatamente los mismos, éstos fueron una realidad hasta que algo cambió, y lo hizo en España a partir de abril de 2020 de forma clara, en lo que se conocía en los medios como "cuarta ola" y apenas era un repunte, comparándolo con cifras homogéneas de anteriores olas. En ese sistema de tratamiento de los datos una variable ganaba protagonismo en favor de otra. La cifra de contagios empezaba a dejar de ser significativa, el número de vacunados con pauta completa se imponía como llave del sistema. El cambio era impresionante, resultando índices de letalidad cada vez más reducidos.

Así lo advertía este verano en mi canal y blog, dando por cerrada una pandemia y pidiendo acercarnos a lo que sería una endemia más, nueva, pero al fin y al cabo como gripes de otro tiempo, frente a las que casi un 80%, superado ahora, contaba con la pauta completa de vacunación.

La historia ha cambiado, o mejor dicho la estructura de la pandemia ha cambiado. el nivel de contagio ya no es determinante, entre el 1,5% y el 1% de los mismos precisan hospitalización y de ellos el 80% tendrán un tiempo de ingreso inferior a la semana. En cuanto a la letalidad está por debajo del 2 por mil de los contagios. Sin duda la cepa es diferente, pero la respuesta también pues más del 80% de la población está bien inmunizada, prueba clave de ello es que a pesar de tratarse de un coronavirus contagia a 3 de cada cuatro españoles menores de 50 años.

¿Qué pasará ahora? En plena ola de contagios, alcanzamos ayer un paradigma de meseta o pico, cuando las altas hospitalarias fueron superiores a los ingresos. Todo hace pensar que a partir del fin de semana se iniciará una caída clara que nos llevará a un febrero casi normal y el resto del año nos hará olvidar con la primavera un virus que volverá a finales de octubre pero cada vez con menos letalidad, esto es lo que ha pasado, ola tras ola, desde su inicio en marzo de 2020. 

¿Y la virulencia mediática? Irá cayendo, obviándose la continuidad de los datos oficiales, que se ofrecerán semanalmente y no por cómputo sino por estimación con centros de seguimiento muestral. Europa ya lo ha hecho realidad y el Ministerio sólo ofrece datos internacionales cada jueves.

¿Se parece a la gripe en comportamiento? Pues ya es bastante similar, en 2019 se estimaron en 6000 las muertes por gripe, y en 2022 aún estaremos en torno a dos y tres veces esa cifra por Covid19, pero muy lejos de las más de 100.000 por cáncer o de las cercanas a 80.000 de 2020 por esta pandemia.

¿Tendremos recuperación económica? Sí, sin duda, pues el mercado turístico español estará al 100% ya en Semana Santa. Sin embargo será más lenta por dos cuestiones: la alta inflación derivada de retardos en el comercio internacional y materias primas, y la caída de producción por bajas laborales, que en unas semanas se eliminarán con los confinamientos de positivos, es decir que si no precisas ingreso hospitalario por baja sintomatología no tendrás baja médica por Covid19. 

Esto son únicamente respuestas de un analista de datos que lleva observando la pandemia desde hace 22 meses, desde sus inicios, tomarlas desde esta perspectiva. Abrazos y... ¡cuidaos mucho!

  

 

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