domingo, 25 de febrero de 2018

No todos somos iguales, ¡qué verdad!

En esta ocasión requiero vuestra atención para hacerme eco de una injusticia para la que los políticos de nuestro país veo que por el momento no tienen respuesta, parece que las banderas, el idioma o los exiliados son clave mientras se lesiona el derecho de igualdad.

Cuando te llega un mensaje de esa famosa aplicación, de estos largos que exigen pasar el dedo por la pantalla, con historias sobre el hijo de alguien, en ocasiones desconfías o lo apartas de tu día a día, pero si se trata de un conocido en uno de esos grupos de tu niñez, todo cambia. Confieso que me ha pasado esta semana.

Qué fue de ese hormiguero en el que quizá la diferencia dependía de la galería en la que se vivía, si era urbana o rural, ahora lo hemos reconvertido en diecisiete dónde todos somos distintos. Bajo nuestra Carta Magna se permitió un desarrollo competencial autonómico en educación y sanidad, en el primer caso, el producto final puede diferenciarnos por ejemplo por fronteras de lengua, o interesadas interpretaciones de la historia, y así en el largo plazo hacer daños irreparables, es cierto. Pero para el capítulo de la sanidad, hablamos de vidas que no entienden de idiomas por mucho que insista el gobierno de las Baleares.

Cómo es admisible que un niño residente en una región sea diferente a otro que resida en diferente comunidad en cuanto a sus derechos. Resulta que ante una enfermedad degenerativa (Distrofia Muscular de Duchenne), con tratamiento paliativo a través de Ataluren, se produce un agravio inexplicable: los hospitales de la Junta de Castilla y León no lo autorizan, mientras que en Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha o Cataluña si permiten la medicina, que por cierto, está aprobada por la Agencia Europea del Medicamento hace ya casi cuatro años.

Expliquen a Carlos, así se llama el hijo de mis amigos de Salamanca, que en el artículo primero de nuestra Constitución la igualdad es uno de nuestros máximos valores, o que antes del reparto competencial se dice que el Estado debe garantizar la igualdad de todos los ciudadanos. Pregunten la opinión sobre la aplicación de esta norma a los padres afectados.

Mientras algunos festejan su exilio en Waterloo, otras se van de vacaciones a Suiza, algunos otros piden que se hable catalán para ejercer en la sanidad pública, y todavía otros pocos hacen sonar sus cacerolas porque el monarca inaugura el mayor evento tecnológico en su ciudad…, muchos piden igualdad, porque no soportan ver como la enfermedad avanza en unos niños. Aún entonces, en Castilla y León no se autoriza el fármaco, dicen que por problemas de financiación y determinación de precios.

Desgraciadamente se trata de un ejemplo más de la incompetencia de los políticos en el reparto de competencias, pero por favor solucionen esta diferencia entre ciudadanos del mismo país, pues para Carlos cada día cuenta. No hay plazos, no hay espera, no hay banderas, no hay reformas de normas, no hay demagogias,… tan sólo política de la buena.


Como politólogo y sociólogo espero que esta queja llegue a algún político que lo sea, y la solvente,… y de verdad trabaje por la igualdad de los españoles.  

Está pasando.


Caso resuelto: 02/05/2018. CARLOS será atendido en Castilla y León con Ataluren, nos alegramos todos. Espero que no pase en ninguna otra Comunidad. Gracias por rectificar. Noticia

domingo, 18 de febrero de 2018

‘Perroflautas’ en Suiza

¿Dónde quedó la ideología decimonónica de los nacionalismos?... ya sabemos, busquen donde Napoleón batalló y perdió definitivamente su imperio, y encontrarán el beneficioso exilio del gobierno golpista regional en un lujoso palacete de alquiler. ¿Y los antisistema?, sí, los cortadores de manga del capitalismo,... vaya se refugian en el país más rico del mundo junto al infante consorte exiliado. ¡Qué hormiguero! y no exagero nada, cuántas desviaciones de fondos públicos y privados se precisan para lograr mantener estas estructuras fuera de un país.

Prefiero tomármelo con humor, pero que Reino Unido se quiera marchar de Europa ya no me preocupa, es curioso que en un espacio común social y político de 28 países puedan jugar al escondite de sus respectivas justicias los ciudadanos ‘libremente’, solo se precisa dinero y contactos, y luego nos ofende ver como utilizan el poder los liberales norteamericanos. Qué ingenuidad la mía pensando que Europa nos haría felices con una Constitución hace unos años.

Torrent se reúne en el palacete con los fugados, y Arrimadas no mueve ficha, mientras Rajoy amenaza con poner una casilla para que un padre pueda decidir si quiere que su hijo reciba su educación en castellano como primera lengua y en Baleares legislan la obligatoriedad del catalán para curar. ¿Y los letrados qué dijeron? Que no se demoren mucho, pero que no hay prisa pues el reloj no corre, por lo que la parálisis aumenta. ¿Y de las citas a declarar para la CUP? Veremos, pero parece que se fue de okupa a Suiza, con los mejores abogados en extradición, estos que donarían sus sueldos a la causa anticapitalista, parece que sólo es cuestión de imagen o vestuario.

Pero, ¿y el resto del país?, pues ya les digo yo que la cosa no va mucho mejor, el crecimiento no garantiza las pensiones de los del ‘baby boom’ y nos repiten que tendremos que trabajar hasta los setenta, y abrirnos fondos privados para los que tratan de mejorar las condiciones de rescate para vendérnoslos como inversión. De los presupuestos ni hablemos, pues entre que se acercan las municipales y el principal problema es el ‘exilio perroflaútico’, parece que tendremos que prorrogar todo un año más. En tiempos nos hablaban de la generación pérdida, parece que estemos jugando a la historia interminablemente perdida de un mundo que no sabe a dónde dirigirse, que se ha conformado con vivir una política judicializada con los lentos tiempos de letrados.

Algún Quijote lucha con molinos, buscando la calidad en su institución con un plan estratégico a medio y largo plazo, y entonces escucho la torpeza de los provincianos y de los que nos gobiernan, los unos temblando por que no se barre suficiente para casa, los otros sin conocimiento de cuál es la diferencia entre autonomía y libertad de cátedra, ¡qué miedo estarse quieto! Y ¡qué valor moverse cuando tu entorno no quiere hacerlo! Bueno en Alemania han vuelto a encarrilar la coalición de gobierno y andan preocupados por mejorar la I+D, verás como allá no van a ‘okupar’ palacetes.


Lectores perdonar pero mi acidez de estómago es crónica estos días.

lunes, 12 de febrero de 2018

El cuarteto político a encuesta




En tiempos de la marmota, nos invaden las encuestas y barómetros, situando el mercado electoral en la parrilla de salida a poco más de un año para las elecciones municipales-autonómicas, y sin resolver el exilio de Carlos.

Que una encuesta de este tipo es temporal y depende del momento en que se realiza lo saben todos, pero podemos extraer algunas conclusiones interesantes para primavera: son cuatro los que están en la arena, el centro derecha se impone por el momento más por los desaciertos de sus oponentes que por sus méritos, en los bloques Rivera y Sánchez rentabilizan posiciones, finalmente, el proceso catalán se estanca y ello acentúa las tendencias.

Pero el humor nunca debe faltar, Chaplin decía que la risa apacigua el dolor. ¿A quién votaría en las próximas elecciones de los que se quedaron en el país? Habría que proponer esta redacción para Cataluña. El caso es que nos dicen ahora que no corren los tiempos, nos hemos congelado, y podemos permanecer en este vacío legal durante meses en el 155, mientras la inocua representatividad del PP en esta región sólo hace que la tendencia de C’s se mantenga, por otra parte, la ambigüedad de Podemos provoca similares reacciones desde la otra parte. Aprovechen desde Tabarnia el vacío para realizar un referéndum sobre el 144, o poner nombre a alguna plaza con ese nuevo invento, por ejemplo de las que van a llamar 1 de Octubre, que se llamaron de la Constitución y antes fueron nacionales.

Decían que no somos sensibles a la corrupción, pero lo cierto es que la descomposición del bipartidismo es la mejor expresión de que esto no es así, y que para reducirla la única vía es la renovación del partido en la que unos no quieren entrar, como Rajoy, que prevé presentarse de nuevo, frente a los otros que no saben cómo hacerlo después del conflicto entre ‘barones’ y ‘sanchistas’, ni ellos mismos, por lo que carecen de un plan real alternativo al del gobierno. Faltan aún juicios por resolver y testigos por hablar que mantienen dichas tendencias. Por cierto, en el barómetro del CIS la corrupción es el segundo problema más relevante junto a nuestra clase política. Por otra parte, tan evidentes son las cuestiones como que los presupuestos serán complejos en su aprobación este ejercicio e imposibles en el próximo, como que esta legislatura pueda agotarse.

Por último, el disparate Iglesias ha quedado a la luz como oportunismo populista embarrancado en sus propias propuestas tanto nacionalistas como españolistas y ‘maduristas’, el coctel unido al monoteísmo practicado hace que el proyecto siga perdiendo fuelle y pretendan un cambio renovador de las reglas electorales con C’s.

Como asesor de imagen no tendrían precio algunos cambios para los cuatro, con una sonrisa diría a Rajoy que se afeitara y cambiase la montura de sus gafas, quizá podría entonces hablar de renovación, a Sánchez le iría bien aclararse el pelo con algunas canas y usar algunas lentes para cuando lee sus discursos en la vía de visualizar un programa alternativo serio, para Rivera sólo un nuevo peinado a la izquierda para seguir drenando votos, en cuanto a Iglesias, mejor cortar media coleta y soltársela, quizá unido a dejar sólo el bigote por su afán de protagonismo, finalmente, alguno en Bruselas debería raparse para cruzar la frontera.

Y es que según el barómetro del CIS sólo el 4% de los españoles son claramente infelices, nos preocupa el fraude y cada vez más las pensiones, estamos envejeciendo y ya estamos de vuelta de muchas batallas, siendo la mofa la mejor salida para los ridículos que permite nuestra vida pública. Sean pues felices, llega la primavera.



lunes, 5 de febrero de 2018

Eduquemos ciudadanos sociales o nunca saldrá la marmota

Volviendo la cabeza se fijó en Tabarnia para mirar el sitio donde encontró su desdicha, quizá Torrent leyera el Quijote. La hormiga siente que la marmota lleva razón,... y que sigue el invierno, mientras los Goya reclaman igualdad, azota el temporal blanco y alguno vuelve a lucir una pajarita demagoga. 

Pero no voy a hablar de Cataluña, ni de políticos, son veinticinco años de docencia y me siento autorizado para hablaros de enseñanza, para mi vocacional, tuve suerte de encontrar maestros que innovaban en el aula, Leopoldo, Patricio,... buscaban la realidad y la incorporaban a la vida del alumno motivando, una gran enseñanza pública que ha perdido el frescor de los ochenta, donde en las aulas se hablaba de sociedad y se intentaba buscar solución a sus desafíos. 

Parece sencillo, pero lo fácil es aprender un temario, reproducirlo y no asumir ningún riesgo, en ello incluso se incluye enfadarse porque los alumnos no acuden a clase, o porque te piden a forma de contrato de partes, el primer día, qué hacer para aprobar. Lo cierto es que es no es así, en la universidad pública española mayoritariamente motivamos e innovamos a coste cero. La primera vez que me lo explicaron no lo entendía, debe ser algo innato en el profesor que le obligue a complicarse la vida en la tarima, junto a los pupitres o frente a una cámara, sin ninguna recompensa económica. Pero la apuesta de los gobiernos parece darse por vencida, no invierten lo suficiente, y el interés desvirtúa los objetivos. Me pregunto si alguien piensa que el nacionalismo de tarima no ha sido relevante en nuestra historia reciente, pero mientras avanza inexorable la educación privada, que es la que ha logrado dirigentes como Trump, la que ofrece títulos al mejor postor, o somete la enseñanza a grupos de presión del capital, pareciendo que ofrece una diferenciación con la que obtener el mejor puesto de trabajo.

Y ahora os diré lo que comienzo a ver en las nuevas generaciones, ellos buscan un título o dos, o tres, pero son pocas sus inquietudes, van a menos, y son mayores sus capacidades tecnológicas, van a más. La brecha cultural de los 'smarts' hace que todo sea consumido de forma rápida a través de las redes, del terminal, y cada vez cueste más entender una ideología o comprender la filosofía y las experiencias humanas, la sociedad real. Respecto a nosotros, me incluyo, los padres, hemos impuesto la educación a dos velocidades y nos endeudamos a golpe de talón para que ellos vayan a las universidades más caras pues parecen al tiempo las mejores, craso error, no obstante, corremos el riesgo de hacerlo real si no se apuesta por la educación pública, la que democratizó una sociedad permitiendo a todos alcanzar estudios universitarios, a la que debemos nuestra sociedad actual.

Mi penúltimo proyecto, hacer que Cervantes y su obra regrese a La Mancha con nuestra universidad pública interesando a los 'milennials' y llenando un aula en un pequeño lugar, Quero, convirtiéndose en acción turística de desarrollo comarcal, nadie dijo que fuese fácil, pero los que tenemos una edad sabemos que lo efímero normalmente no es algo por lo que merezca la pena trabajar, y que la cultura es la base de toda ciencia.

Acabo, apiadándome de aquellos que se encuentran en destierro o exilio y besan la bandera, acompañando a palabras de Cervantes: “Doquiera que estamos lloramos por España, que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patria natural”. Cultura, acción y sociedad son inherentes a educación, es urgente la apuesta.

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