En esta ocasión requiero vuestra
atención para hacerme eco de una injusticia para la que los políticos de
nuestro país veo que por el momento no tienen respuesta, parece que las
banderas, el idioma o los exiliados son clave mientras se lesiona el derecho de
igualdad.
Cuando te llega un mensaje de esa
famosa aplicación, de estos largos que exigen pasar el dedo por la pantalla,
con historias sobre el hijo de alguien, en ocasiones desconfías o lo apartas de
tu día a día, pero si se trata de un conocido en uno de esos grupos de tu
niñez, todo cambia. Confieso que me ha pasado esta semana.
Qué fue de ese hormiguero en el
que quizá la diferencia dependía de la galería en la que se vivía, si era
urbana o rural, ahora lo hemos reconvertido en diecisiete dónde todos somos
distintos. Bajo nuestra Carta Magna se permitió un desarrollo competencial autonómico
en educación y sanidad, en el primer caso, el producto final puede
diferenciarnos por ejemplo por fronteras de lengua, o interesadas
interpretaciones de la historia, y así en el largo plazo hacer daños
irreparables, es cierto. Pero para el capítulo de la sanidad, hablamos de vidas
que no entienden de idiomas por mucho que insista el gobierno de las Baleares.
Cómo es admisible que un niño
residente en una región sea diferente a otro que resida en diferente comunidad
en cuanto a sus derechos. Resulta que ante una enfermedad degenerativa (Distrofia
Muscular de Duchenne), con tratamiento paliativo a través de Ataluren, se
produce un agravio inexplicable: los hospitales de la Junta de Castilla y León
no lo autorizan, mientras que en Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha o
Cataluña si permiten la medicina, que por cierto, está aprobada por la Agencia
Europea del Medicamento hace ya casi cuatro años.
Expliquen a Carlos, así se llama
el hijo de mis amigos de Salamanca, que en el artículo primero de nuestra
Constitución la igualdad es uno de nuestros máximos valores, o que antes del
reparto competencial se dice que el Estado debe garantizar la igualdad de todos
los ciudadanos. Pregunten la opinión sobre la aplicación de esta norma a los
padres afectados.
Mientras algunos festejan su exilio
en Waterloo, otras se van de vacaciones a Suiza, algunos otros piden que se
hable catalán para ejercer en la sanidad pública, y todavía otros pocos hacen
sonar sus cacerolas porque el monarca inaugura el mayor evento tecnológico en
su ciudad…, muchos piden igualdad, porque no soportan ver como la enfermedad
avanza en unos niños. Aún entonces, en Castilla y León no se autoriza el
fármaco, dicen que por problemas de financiación y determinación de precios.
Desgraciadamente se trata de un
ejemplo más de la incompetencia de los políticos en el reparto de competencias,
pero por favor solucionen esta diferencia entre ciudadanos del mismo país, pues
para Carlos cada día cuenta. No hay plazos, no hay espera, no hay banderas, no
hay reformas de normas, no hay demagogias,… tan sólo política de la buena.
Como politólogo y sociólogo espero que esta queja
llegue a algún político que lo sea, y la solvente,… y de verdad trabaje por la
igualdad de los españoles.
Está pasando.
Caso resuelto: 02/05/2018. CARLOS será atendido en Castilla y León con Ataluren, nos alegramos todos. Espero que no pase en ninguna otra Comunidad. Gracias por rectificar. Noticia
Caso resuelto: 02/05/2018. CARLOS será atendido en Castilla y León con Ataluren, nos alegramos todos. Espero que no pase en ninguna otra Comunidad. Gracias por rectificar. Noticia