Querido lector, he tomado un descanso forzado por un verano para olvidar por la marcha de mi referente familiar, sin ningún aviso. Cómo dijo Page, los resultados del 23J fueron 'diabólicos', pues a pesar de que Feijóo ganara las elecciones de forma holgada no parecía que pudiese lograr la mayoría de escaños para gobernar. Primero era suficiente con la abstención de Puigdemont, después del recuento del voto internacional en Madrid, aún se llevaría más al límite, ya que el escenario político de formación de nuevo gobierno se situaría en el necesario apoyo de un "prófugo de la justicia", dejando a la primera fuerza política sin muchas posibilidades a pesar de conseguir 16 escaños más que el PSOE.
De esta forma y soportados en la experiencia anterior, la suma con Díaz, nacionalistas e independentistas, si Junts participaba daba los 178 escaños. Era tal la cuestión que el Rey hubo de seleccionar el orden de investiduras y aplicar la costumbre para que Feijóo probara esta semana. Visto el resumen estamos ante un punto de inflexión en nuestra reciente democracia, que ha cambiado ya y al que le queda por delante aún a la fecha de hoy todas las incógnitas y escenarios que lo cuestionan, veamos cuales son y mi opinión al respecto sobre las posibilidades de cada uno.
1. A la fecha el menos probable: que Feijóo ganase la investidura esta semana. Desde el próximo martes asistiremos a la primera investidura de esta legislatura en la que los votos por primera vez serán determinantes, pero no definitivos, por lo que es más que plausible que resulte en una mayoría insuficiente de 172 votos versus 178 de socialistas, comunistas, nacionalistas e independentistas. Se dirá NO a la opción que ha ganado las elecciones el 23J, lo cual en democracia no deja de ser algo singular. Se dirá NO a la 'temida derecha' también de VOX, y se dirá NO a la propuesta en la que los privilegios nacionalistas/independentistas serían frenados. Son quizá demasiados noes para soportar con un Senado controlado por el PP y un mapa autonómico en el que esta opción es la mayoritaria. Pero previsiblemente y a pesar de la más que probable concesión de 'amnistía', que hoy fue llevada a la calle en Madrid con éxito, quedarán dos meses por delante para una nueva investidura y corroborar las concesiones de Pedro Sánchez y cada vez menos del PSOE. El manejo de los tiempos en política, daría aún opciones a los probables cambios en la votación y al resto de escenarios. Sólo un cambio dentro de las votaciones, anticipado, podría resultar en un éxito para Feijóo y conformar gobierno en octubre.
2. El muy posible,... que Pedro Sánchez renueve. Tras el fracaso anunciado de Feijóo, el Jefe del Estado dispondrá de una nueva agenda y nombramiento sobre el candidato del PSOE para lograr la mayoría aunque sea simple en una nueva investidura en dos meses, según marca el procedimiento. En este caso, las concesiones ya hechas y exigidas por hacer harían que los números dieran pero a un precio que los que sabemos algo de derecho, hacen tambalear nuestro sistema democrático actual. La determinación de Sánchez para lograrla es incuestionable por sus palabras en USA hace unos días, sus continuos mítines, y el rápido 'envío' de su vicepresidenta Díaz a Bélgica con el prófugo de la justicia por su declaración unilateral de independencia el pasado 10 de octubre de 2017 unida a los delitos de malversación y desobediencia. Y es que Puigdemont tenía la investidura en su 'tejado' por los votos determinantes de los 7 diputados de Junts. Pero atendamos al precio, sin precedentes, dictar antes de la votación de noviembre una ley de amnistía, de olvido, genérica a diferencia del indulto, en la que sean olvidados y borrados de su existencia todos los delitos políticos, de políticos, cometidos en aquel proceso que derivó en la declaración de independencia unilateral de Cataluña y en la aplicación del artículo 155 con una convocatoria electoral al parlamento regional. Es decir, la vulneración del estatuto de autonomía, de la propia constitución y de la aplicación de la ley para reponerlas debe ser 'olvidada', por lo que el privilegio es incuestionable y la zozobra del estado de derecho un hecho. Pero además, se solicita desde Waterloo con la determinación de volverlo a realizar, sin ningún arrepentimiento y exigiendo a la postre un pacto fiscal de devolución de una deuda ficticia más la intención de realizar una consulta por la independencia. De esta forma, esta investidura está manchada y truncada por privilegios de políticos catalanes a los que se unen vascos, y todo para poder mantener el gobierno. La intención es tan clara que ya hemos asistido esta semana al cambio reglamentario en el Parlamento español para el uso de lenguas co-oficiales en el que se se aplicó la norma antes de su aprobación, hecho claro de falta de legalidad, o más bien de estar por encima de ella. He estado escuchando atónito este proceso, como castellano no puedo sino recordar que la mayor deuda histórica, de siglos, que se adeuda por parte del estado español hacia sus gentes es sin duda sobre los castellanos, pagadores de tantas contiendas e instituciones.
3. El deseable para tantos demócratas españoles, la repetición electoral. Ciertamente, si es tanta la igualdad, el procedimiento electoral, como en otros países, debiera haberse protegido contra la 'dictadura de las minorías', en las que, como recordaba hace unos días Alfonso Guerra, un 6% va a imponer al resto de españoles sus condiciones, ríete tú de los 'lobbies' anglosajones. La doble vuelta, el premio de diputados a la lista más votada... son algunas de las fórmulas comúnmente aplicadas en el mundo para evitar esta cuestión. Esta situación solo se daría si la segunda investidura resultara fallida, pues no habría tiempo para más y deberían convocarse elecciones, que según el calendario nos llevaría al 14 de enero. Pero, para que esto fuese una opción tendría que perder esa mayoría el PSOE y sus socios y ello sería con un mínimo de siete abstenciones o cuatro noes, o posibles combinaciones que la conviertan en fallida. Es decir, que un puñado de políticos desoyeran al líder que ha variado continuamente su posición y ahora pretende continuar con la amnistía y referéndum impuesto por los independentistas de Junts seguidos por ERC y Bildu, y palmeados por el PNV y BNG. De verdad pienso en muchos diputados castellanos sin ir más lejos, cercanos que incluso han sido alcaldes, que deben pensar en su país y en el interés general antes de pulsar un sí o un no, y escuchar los deseos de algún líder visionario que ha situado ya a un más que bajo nivel nuestra democracia, permitiendo borrar el delito contra nuestra carta magna a alguien que hasta el 22J era perseguido y prófugo también por el actual gobierno.
Repetir elecciones para lograr una mayoría que no permita borrar delitos contra nuestra democracia. Miren fijamente los electores a quienes votaron en aquellas papeletas y pidan dignidad para con su voto. La igualdad de los españoles no sólo es cuestión de género, también de territorio donde se reside. Actualmente, por ejemplo, un castellano no puede dar estudios universitarios a sus hijos en las mismas condiciones que lo hace un vasco, y tampoco opositar a la función pública en Cataluña, por citar algunas diferencias que hoy ya se producen.