lunes, 18 de junio de 2018

Europa naufraga en patera

Desde una perspectiva social, la hormiga ha observado angustiada el fin de una Europa social hundiéndose por el proteccionismo y los nacionalismos, claros males de nuestro capitalismo actual, que no son inherentes a dicho sistema.

Señalo que no corren buenos tiempos y que la pérdida de valores sigue una marcha imparable. El norte capitula en el sur las políticas de inmigración, dónde los discursos xenófobos, proteccionistas y nacionalistas se hacen hueco en los parlamentos.

Siempre me he definido como un liberal convencido, ya que el mercado, eso sí cuando existe, posibilita el desarrollo de sus interlocutores, por lo que la globalización aún en manos del capital hace posible el desarrollo global. El estado debe entonces actuar mínimamente redistribuyendo la renta de sus ciudadanos, garantizando su protección, formación y comunicándose o relacionándose con los interlocutores de ese mercado global. Con mejor o peor suerte ésta fue la apuesta europea e incluso estadounidense hasta la crisis, en donde el proteccionismo y nacionalismo han vuelto ahora a instaurarse con fuerza.

La nueva política de vallas, criminalización del extranjero e imposiciones en aduanas no es monopolio de EEUU, en Europa se responde de la misma forma, permitiendo que nuestra apuesta social se hunda en patera.

Una sociedad desarrollada, pero llena de egoísmo, pide cuentas al prójimo, no duda en protegerse abandonando el mercado común si es preciso como en el caso de Reino Unido, enarbolando la bandera de la diferencia para constituir naciones como catalanes, bávaros o italianos de la Liga Norte. Los argumentos maltusianos de no contar con riqueza para todos se contraponen a la quiebra de las pensiones por el envejecimiento de un continente con tasas reducidas de natalidad. Las recetas de obrar soluciones en origen son papel mojado por más de medio siglo de descolonización y no actuación, que han permitido corrupción y abusos de poder en países con fronteras artificiales sacudidos por guerras, cambio climático y comercio incontrolado de sus escasos recursos propios.

Y mientras en el mediterráneo buscan desesperados refugio, calidad de vida, oportunidades apostando con su vida. 

Seamos humanos, abandonemos prejuicios, aplaudamos la decisión de no dejar morir a más de 600 personas en el Aquarius, SON PERSONAS. 

En España, los datos de 2017 dejan cifras con un 13% de inmigración, en donde los principales países de origen son Marruecos, Rumania y Ecuador. Senegal es el 27, con apenas el 1%, por otra parte, Alemania admitía el año pasado, aún con fuertes restricciones, casi 200.000 refugiados, el 25% sirios.

No recurriré tampoco a evocar tiempos pasados de nuestra fotografía como país emigrante, tan sólo pensar en dónde estaríamos sin el proyecto europeo de solidaridad y mercado común en el que nos embarcamos en 1986.

lunes, 11 de junio de 2018

Comienza el verdadero juego con Sánchez de mano


Después de ganar la mano el pasado uno de junio al punto y miedo, por la mano del PNV, justo a un año de las elecciones municipales, autonómicas, europeas, y aunque no lo creo, pues pienso que serán antes, quizá también de las Generales, Sánchez se afianza en el ejecutivo con un gabinete de 11 ministras y 6 ministros, pensado para los medios.

En esta semana ha maniobrado con carácter y efecto, ignorando las presiones de sus aliados en la moción de censura, tanto en el abismo de Iglesias como en la reacción independentista ante ciertos nombres borrellianos.

Pero ahora precisa gobernar preparando unos comicios para los que la Constitución le faculta en la elección del momento. Legislar es más que complicado con la mesa del Congreso bajo control de Populares unidos a Ciudadanos y un Senado donde los azules cuentan con mayoría absoluta. De esta forma le queda, para conseguir cerrar como ley algunas de sus iniciativas el decreto, que ha de ser refrendado posteriormente en el Parlamento por mayoría simple, contando con 84 votos afirmativos y toda una bancada expectante.

Dicho así resulta casi imposible entender que pueda hacer algo, aunque no infravaloremos a un gobierno que cuenta con un presupuesto aprobado sobre el que perfilar sus diferencias y una iniciativa en la que hacerse mojar a sus “socios” con el voto, pudiendo reprochar sus movimientos en unas inminentes elecciones generales.

Es así un ‘gobierno de gestos’, en el que sortear las presiones de los socios y con el rechazo de una oposición en regeneración popular, y reestructuración naranja, para la que los tiempos son también muy importantes.

La factura de la corrupción ha acabado con el bipartidismo, la tenacidad de Rajoy en su apuesta por la imagen ha roto su partido, el ansia de poder violeta alimenta brechas en el anticapitalismo andaluz dentro de sus filas, y el tiempo juega en contra para formar una adecuada estructura de partido naranja, que esté libre de ‘pecados de poder’ procedentes de otras formaciones.

En el corto plazo siempre ganan los mismos, los nacionalismos que buscan el beneficio para los suyos a partir de una ventajosa financiación, o lo que es más grave, sacando tajada de las crisis institucionales, como narraban los dirigentes de Bildu al explicar su voto en la censura. Pobre Castilla. Entre las opciones tienen dos ejemplos a seguir: el sentido de Estado Alemán en el que no cabe el beneficio nacionalista o la guerra ideológica italiana que no permite el gobierno ahogado en corrupciones. De momento… somos latinos.

Veremos cómo sigue la mano, ya advertí hace dos semanas que vienen cartas para rojos y naranjas…

lunes, 28 de mayo de 2018

Partida de cartas con moción entre Rajoy, Sanchez, Iglesias y Rivera


Como si de una partida de póker, tal vez de mus, se han sentado a un año de las municipales a medir su poder en el Congreso y el resultado queda lejos, las estrategias quizá sorprenden, analicémoslas.

El momento elegido para la partida había sido orquestado por todos hace unos días cuando se resolvía el escollo de los presupuestos, evitando males mayores, pero apresurándose a marcar distancias, una relación de amor odio que se cerraba con la votación en la que el PNV aceptaba las cuentas a cambio de grandes ventajas y un nuevo “procés vasco” en el horizonte con Bildu.

Solo horas más tarde, casualmente, se desataba la locura con la condena “civil” aún no firme, cabe recurso, para el PP en el caso Gürtel. Un jueves de infarto para el que todos estaban ya avisados y preparados con las cartas en la mesa.

Sánchez se lanzaba oportunamente, mirando de reojo las intenciones de Iglesias, hacia la moción de censura por la estabilidad y la coherencia de la nación, matizando que con el mismo formato que Gabilondo en Madrid, quería “limpiar” el patio por un tiempo corto, pero indefinido de un gobierno socialista, y luego convocar elecciones. Era una estrategia de tiempos, sin duda, en la que situarse como verdadera oposición, ante un Rajoy que sacaba pecho con unos presupuestos que garantizaban su legislatura, un Iglesias en épocas bajas, abatido por sus quehaceres familiares y solariegos, y un Rivera que precisaba aún de más tiempo para conformar una estructura de partido. El coste que asumir, el justo, dado que el candidato progresista (Sánchez) no quiere ni oír hablar de acuerdos con los separatistas, necesarios para prosperar, un “farol” con poco juego, casi un órdago a chica.

Por su parte, la respuesta de Rivera fue enrocarse a la madrileña, no queriendo a sus socios de gobierno, rompiendo relaciones, pidiendo una moción para convocar elecciones en otoño salvando los presupuestos con un candidato independiente y el 155 presente. Y es que necesita tiempo para que le sigan viniendo cartas, pues por el momento no lleva y sus oponentes lo saben.

Sobre Iglesias poco que decir, le han pillado sin pares ni juego, con un lío en casa, y no se atreve ni a pedir el Ministerio de Vivienda. Con la que le está cayendo, tras abrir urnas para lo suyo, y poco más del 68% del 40% de apoyos, con lo que dice tomar nota, pero irse a la sierra, convoca de nuevo a sus bases para que den el sí a su vecino de la izquierda, garantizando la jugada de Sánchez y su beneficio en votos a su costa.

No obviemos la jugada de Rajoy, vuelve a forzar tiempos, obligando a cerrar el tema esta semana con la votación el viernes día 1, y las cuentas de diputados, mayorías que obligan al separatismo a volver a la izquierda. En el horizonte incluso tirar sus propios presupuestos y aguantar la marea, por el momento se perdió la decimotercera del Madrid.

El pronóstico es que no pasará nada a corto plazo pero si se darán las pautas para la nueva mano, será un mus en toda regla en el que cargar nuevas cartas. Los ganadores a priori Sánchez y Rivera a costa de sus vecinos de bando, no os engañéis, el reforzamiento vendrá de ahí. Sánchez adquiere la seriedad de la oposición y ningunea a Iglesias que no cuenta en el juego y Rivera consigue iniciar la ruptura con el PP para mostrarse oposición con posibilidades para el fratricidio. No obstante, la apuesta es mayor por parte del primero.

Rajoy trata de aguantar con sus números ante Europa, pero los casos de corrupción se empeñan en recordarle que el saneamiento del partido debía haberse impuesto y no dejarlo al azar. Sobre Iglesias, está superado por las circunstancias, quedando a espera de un nuevo reparto y quizá ir de mano.

Sobre la moción poco que hablar, se trata de una estrategia política en pre campaña electoral que nos hace sumar y volver a sumar lo imposible: que Puigdemont vuelva a España a convocar un referéndum sobre autodeterminación con el aval de Oriol fuera de prisión con el beneplácito de Sánchez. No os distraigáis, la jugada de Sánchez es de ataque electoral a la izquierda de bases, levantando la voz contra todo el centro derecha. Mientras Rivera, sigue pidiendo tiempo porque lo suyo no iría de farol, lo malo es que todos saben que por ahora no lleva cartas.

lunes, 21 de mayo de 2018

No tienen “derecho” a un chalet. De politólogo a politólogo.

Claramente no existe ningún factor moral que haga que me planté una respuesta afirmativa para la pregunta que declinan sobre las bases, sumergida nuevamente en la demagogia e incoherencia absoluta de los populistas.

Quitemos hierro al asunto, pero más que nunca seré claro en mi respuesta al populismo acuñado tristemente como “de izquierdas” en nuestro país, y digo que no tienen derecho a un chalet elitista los que han basado su posición política y situación económica actual en arremeter contra los que adquieren este tipo de vivienda al culpabilizarlos del resto de males socioeconómicos. No se escandalicen, ya sé que la Constitución en su artículo 47 dice que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, pero sepan también que ninguno de los que vivimos en este Estado podemos pedir ante un Tribunal, con este argumento, que se nos garantice una vivienda. Se trata pues de un principio rector deseable por el que gobernar, pero nunca una garantía de tener un techo por nacer español, ni tan siquiera persona como se recoge en la DUDH.

Entonces nos encontramos ante lo denominado por los juristas como un derecho moral, también común en el uso del lenguaje, y en este ámbito ratifico mi respuesta. Los nuevos políticos de izquierdas de este país surgidos de plataformas contra desahucios, movimientos antisistema, retahílas frente a la especulación y el ladrillo, abanderados del salario “justo”, resulta que en apenas cinco años nos asaltan con la noticia de adquirir un chalet de más de 2000 metros cuadrados de parcela propia, piscina, casa de invitados en la sierra norte de Madrid. Los mismos que habían negado el derecho a gobernar a un adquirente de un ático “más barato” que dicha vivienda por ese único hecho, los que dicen que vivir en urbanizaciones de nivel aísla del pueblo y hace que se desconozcan sus problemas cotidianos, los que piden un salario máximo al político aún cobrando un segundo salario como autónomo por repetir estas veleidades en televisión, los que apartan de sus filas a disonantes con el compadreo de las masas llamadas “bases”. Ya han salido voces claras del partido que de verdad acuñaban esta ideología y como respuesta no se les ocurre otra novedad que el argumento de que la propiedad está ubicada en un barrio con un colegio público con métodos alternativos para sus hijos.

Pero el colmo de la aberración del populismo, de cualquier populismo, es camuflarse en la democracia de su oligarquía como partido para justificar una decisión e incoherencia personal. En este sentido, trasladar una consulta sobre una decisión personal a las “bases”, vistiéndola de derecho y eliminando la moralidad ideológica es un claro ejemplo de lo que se está dispuesto a hacer en política, hasta dónde llegar en esta huida hacia adelante, corrompiendo al partido entero si le otorgan el derecho moral a comprarse esa vivienda, porque obviamente no lo poseen. Fijémonos en tantos ejemplos en el mundo actual, algunos recientes, de cómo ganar unas elecciones sin oposición, y las utilizan para investirse como demócratas. 

Decidan ustedes esta semana, miembros de Podemos, sobre la coherencia moral de sus dirigentes, ya que no tienen coraje como para decidir ellos mismos en retirar su opción de compra avalada frente a un banco (caja de ingenieros, simpatizante del independentismo y que parece no ser especialmente rígida en la concesión de la impresionante hipoteca) o dimitir como ideólogos de un populismo soportado en la ideología fugaz de la redistribución “Robiniana” de la renta. 

Mi respuesta es clara, porque en política no todo vale, y el tiempo juzga a los decisores por sus actos, no tanto por sus palabras, que siempre son más sencillas. 

Frase célebre del escritor francés Louis Dumur: "La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos". 

lunes, 14 de mayo de 2018

Llegó la canción del verano ‘TORRADOS’, con Quim, Joaquín

Estábamos en el sur, de romería, y contemplé a media tarde, en los ojos de un anciano octogenario lo que de verdad es importante, los recuerdos emocionados en sus ojos que se perdían en la sierra floreada de su niñez, en el infinito correr de otro tiempo, bajo una encina, en silencio, sabiéndose conocedor del secreto de la vida: la prudencia, el buen hacer, el respeto y la familia. Valores todos que socialmente fueron valedores de su niñez. 

El todo vale, la sensación de la fama, la derecha radical secesionista al amparo de los Jesuitas, qué se yo lo que uno puede admirar del currículo del próximo autor de la canción del verano, quizá Joaquín suena demasiado español, por ello se rebautizaría como “Quim” ¿África?, no, Torra.

Ciertamente nunca estuvieron parados, y cada nuevo intérprete supera al anterior: Pujol, Mas, Puigdemont y ahora Torra. Sin embargo, tras el cansancio de los años que estamos aguantando su infernal sintonía nacionalista, aberrante en lo histórico e insultante en lo ideológico, como aquel anciano, yo me pregunto dónde quedan los valores y el basta ya para aguantar los siguientes sucesos:

  • Se obtiene la investidura de un parlamento regional para un candidato, por el uso de la aritmética en la que se tiene en cuenta a los antisistema, y se delega el voto para conseguirla de unos huidos de la justicia, y dónde la voluntad de la mayoría no se respeta.
  • El candidato se jacta diciendo que es el holograma ‘excepcional’ del verdadero President, que por otro lado es el que se ha permitido designarlo e imponerlo en la Cámara, cuál Jefe de Estado, formando un Consejo de la República desde un despacho en Berlín, como un gobierno paralelo. 
  • En su discurso reitera como objetivo la república catalana, recuperar las leyes inconstitucionales, la independencia como estado huyendo del autonomismo, es decir, en todo punto se encuentra fuera de la Constitución.
  • Kafkiano ya observar como la televisión autonómica TV3, pagada con nuestros impuestos, también del resto de españoles, esos que expolian, retransmite en directo la geta del Puigdemont mientras fagocita su discurso de investidura el Torra en el parlamento regional.


Podría continuar con el alcance de la ineptitud de proceder a la defensa de hechos consumados, la guinda es que Rajoy retirará el 155, a pesar de todo esto y de que Torrent tampoco llevará la propuesta del nombramiento al Rey a Zarzuela, que es quien debe finalmente nombrarlo.

Me duele saber que muchos pensamos que se están riendo de nuestra legislación, de nuestro Estado, de la historia, de las instituciones, de Europa… 

Llega la canción del verano, podría titularse BOMBA o mejor TORRADOS, con un nacionalismo sin filtros, sin tapadera, soportado en himnos, banderas y secesionismos inventados desde la cultura. El intérprete que lo orquesta nos volverá a poner a prueba, pues seguimos demasiado acomplejados con ese “nacionalismo castellano”. ¡Qué barbaridad!, espero que retiren ese discurso progre, porque ciertamente señor Leguina creo que los imbéciles somos nosotros y aún no lo hemos advertido. Pero seguro que música tenemos para todo el verano.

Mientras seguiré persiguiendo la mirada de conocimientos de aquel anciano, ahí tenemos las respuestas y lo importante de la vida en sociedad.

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