Se había pasado recordando sus clases y profesores toda la noche, no había podido descansar más de un suspiro, los nervios no la dejaron conciliar el sueño, sus días de formación y trabajo en el nido habían acabado. Esa mañana le entregaban el Título Superior de Recolectora y podría salir al exterior. Había estudiado todos los tipos de hojas, itinerarios, jerarquías, enemigos, sistemas de comunicación, había realizado multitud de trabajos y ensayado los procesos de recolección en una galería diseñada especialmente para ello. Era una hormiga altamente cualificada que cualquier hormiguero podría tener para sí, casi había olvidado algunas inquietudes sobre el hormiguero del pasado mes y las conversaciones con su vieja amiga.
En el discurso de entrega de títulos su padrino les agasajó con todo tipo de cumplidos, pero lamentó no tener trabajo que ofrecerles. El hormiguero tenía promociones de hormigas preparadas como competentes recolectoras para salir afuera, pero no podía otorgarles muchas oportunidades.
H-239791 era una magnífica alumna, sus ganas por aprender y su curiosidad le permitieron conseguir el premio a la mejor recolectora graduada. Temblándole las piernas subió al centro del escenario a recogerlo, mientras se entonaba el 'Gaudeamus Igitur', y se dirigió a sus compañeras y autoridades con sus primeras palabras en público, casi balbuceando ante un auditorio repleto se hizo el silencio y dijo:
— Gracias a todos los presentes… — y continuó tras unos pocos aplausos— el sistema del hormiguero me permite estar aquí esta mañana recogiendo el premio a mis días de formación, pero mi inexperiencia me hace ser libre y poder aprovechar la oportunidad que se me brinda para hablar sin ahogamientos. No alcanzo a comprender la ignorancia de un hormiguero que permite que sus hormigas a las que ha formado tengan que marchar fuera, a otro hormiguero, para lograr sobrevivir. Pues siempre fueron las hormigas las que hicieron grande un hormiguero. Pero lo que me horroriza es pensar que esto se podía haber evitado, la situación del hormiguero la fomentó la avaricia de todos, pero sobre todo de los que más tienen. Con lo poco que he aprendido en mis meses de vida, cada uno ha de cubrir sus necesidades con unos recursos, y esto ha de estar nivelado, ahora hemos caído en el mayor desnivel, en el que ya se encontraron pasadas generaciones. Ahora cambiamos dinero para sufragar al hormiguero por hormigas perfectamente formadas, vuelven a ganar los de siempre. A pesar de mi formación, sigo sin entenderlo y quiero preguntar en este auditorio si entre todas las eruditas que están aquí esta noche alguna puede explicarnos ¿por qué ocurre esto? Y lo que es más importante ¿podremos evitarlo para próximas generaciones?...
El silencio otra vez recorrió cada sillón del escenario y cada butaca del auditorio, después los aplausos taparon la vergüenza.
Una pequeña maleta y un puñado de ilusiones la esperaban para salir a trabajar en otro hormiguero. Lo mejor para H-239791 es que sería a la mañana siguiente cuando por fin descubriría el exterior.
Frase célebre de una antigua y sabia hormiga llamada Cicerón dijo: "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla".
En el discurso de entrega de títulos su padrino les agasajó con todo tipo de cumplidos, pero lamentó no tener trabajo que ofrecerles. El hormiguero tenía promociones de hormigas preparadas como competentes recolectoras para salir afuera, pero no podía otorgarles muchas oportunidades.
H-239791 era una magnífica alumna, sus ganas por aprender y su curiosidad le permitieron conseguir el premio a la mejor recolectora graduada. Temblándole las piernas subió al centro del escenario a recogerlo, mientras se entonaba el 'Gaudeamus Igitur', y se dirigió a sus compañeras y autoridades con sus primeras palabras en público, casi balbuceando ante un auditorio repleto se hizo el silencio y dijo:
— Gracias a todos los presentes… — y continuó tras unos pocos aplausos— el sistema del hormiguero me permite estar aquí esta mañana recogiendo el premio a mis días de formación, pero mi inexperiencia me hace ser libre y poder aprovechar la oportunidad que se me brinda para hablar sin ahogamientos. No alcanzo a comprender la ignorancia de un hormiguero que permite que sus hormigas a las que ha formado tengan que marchar fuera, a otro hormiguero, para lograr sobrevivir. Pues siempre fueron las hormigas las que hicieron grande un hormiguero. Pero lo que me horroriza es pensar que esto se podía haber evitado, la situación del hormiguero la fomentó la avaricia de todos, pero sobre todo de los que más tienen. Con lo poco que he aprendido en mis meses de vida, cada uno ha de cubrir sus necesidades con unos recursos, y esto ha de estar nivelado, ahora hemos caído en el mayor desnivel, en el que ya se encontraron pasadas generaciones. Ahora cambiamos dinero para sufragar al hormiguero por hormigas perfectamente formadas, vuelven a ganar los de siempre. A pesar de mi formación, sigo sin entenderlo y quiero preguntar en este auditorio si entre todas las eruditas que están aquí esta noche alguna puede explicarnos ¿por qué ocurre esto? Y lo que es más importante ¿podremos evitarlo para próximas generaciones?...
El silencio otra vez recorrió cada sillón del escenario y cada butaca del auditorio, después los aplausos taparon la vergüenza.
Una pequeña maleta y un puñado de ilusiones la esperaban para salir a trabajar en otro hormiguero. Lo mejor para H-239791 es que sería a la mañana siguiente cuando por fin descubriría el exterior.
Frase célebre de una antigua y sabia hormiga llamada Cicerón dijo: "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla".
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerida hormiga, aunque el mundo pueda ser injusto, es precisamente la existencia de las mejores graduadas recolectoras las que pueden cambiarlo. Vuestra formación e investigación os permitirá lograrlo aunque temporalmente tengáis que ir a otro hormiguero. No se puede caer en la resignación y en la pereza, ya que esto solamente lleva a un mayor sometimiento al hormiguero.
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